Luego de tres días de que versiones provenientes de las agencias de seguridad de Estados Unidos alimentaron las notas de los principales medios del país vecino sobre la detención de Ismael El Mayo Zambada, ayer el abogado Frank Pérez contó a Los Angeles Times lo que asegura es la versión de su cliente, que, de ser cierta, traería consecuencias explosivas en la relación México-Estados Unidos. El defensor del capo, un exdetective de narcóticos que también defendió a Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, presentó una película muy distinta de lo ocurrido el jueves: que a El Mayo lo secuestraron en territorio mexicano los hombres de Joaquín Guzmán López, quienes lo ataron, le cubrieron la cabeza con una bolsa negra, lo subieron a la parte trasera de una camioneta pick-up y lo llevaron a una pista aérea. Si la relación bilateral no vivía sus mejores momentos, una confirmación de que eso fue lo que ocurrió sería una auténtica bomba. Por lo pronto, ni duda cabe que la exigencia de explicaciones subirá de tono. ¿Actuó El Chapito como agente de Estados Unidos?
Nos cuentan que desde el IMSS están queriendo echar mano del roster para batear en el próximo gobierno. Nos hacen ver que el encargado de deportes del Instituto, Héctor García Antonio, quien curiosamente es el entrenador de beisbol del propio presidente Andrés Manuel López Obrador y de sus hijos, busca ser tomado en cuenta para dirigir ni más ni menos que la Conade, que hoy encabeza Ana Gabriela Guevara. Nos hacen ver que don Héctor es el pitcher de lujo en las novenas que arma el propio mandatario y siempre está con él cuando se toma fotos con estrellas nacionales e internacionales del rey de los deportes. Sabremos pronto si este personaje lanzó el juego perfecto o simplemente lo poncharon en la primera entrada.
Después de la reunión que tendrán mañana con el presidente López Obrador, las madres y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa sostendrán un encuentro con la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum. La expectativa de los familiares, nos cuentan, es alta, pero pesa en su ánimo el hecho de que a casi 10 años de la trágica noche de Iguala no hay justicia y sobre todo se desconoce el paradero de los jóvenes. La pregunta es si se conformarán con la renovación de la promesa de justicia que se les hizo hace seis años o comenzará el nuevo gobierno enfrentando más reclamos y movilizaciones por el caso.
Nos cuentan que a siete meses de la liquidación de la agencia oficial de noticias Notimex, nada se sabe de las cuotas obrero-patronales al IMSS de los casi cien trabajadores liquidados. Nos hacen ver que Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, que fungió como liquidador, afirma que ya entregó al Seguro Social el monto correspondiente para cada uno de los trabajadores, pero nomás no aparecen ni se ven reflejados en sus semanas cotizadas. Vaya misterio a dos meses de que concluya el sexenio.