Claudia Sheinbaum prefirió no tomar riesgos en dos carteras que son fundamentales para la tranquilidad de Andrés Manuel López Obrador: la Secretaría de Gobernación y la del Bienestar; la primera para controlar la política interior y la segunda para mantener las riendas de los multimillonarios apoyos sociales, que son base del movimiento de la 4T y que llevaron a Morena a convertirse en el partido hegemónico que hoy es.
Rosa Icela Rodríguez es una de las mujeres más cercanas y de mayor confianza de López Obrado; la quiere como a una “hermana” y durante su administración le encargó algunos de los asuntos más relevantes en su administración, además que fue propuesta a Claudia Sheinbaum como secretaria de Gobierno cuando estuvo al frente de la CDMX. Si hay alguien a quien AMLO le tiene confianza para que le cuide las espaldas (y a sus hijos) y para devolverle a la Segob la fuerza que en este sexenio solo tuvo con Adán Augusto López es a Rosa Icela Rodríguez, una obradorista corazón.
Otra mujer de gran confianza y cercanía con AMLO es Ariadna Montiel, una fiel militante del movimiento obradorista, quien se ganó a pulso la ratificación tras la operación electoral que coordinó en los dos años y medio que estuvo al frente de la Secretaría del Bienestar. La condición para que la refrendaran en el cargo era que la elección del 2 de junio saliera bien y superó con creces la expectativa. Este año, los programas sociales, denominados del “Bienestar”, como la Secretaría que encabeza y seguirá encabezando Montiel, consumirán 3.7 billones de pesos, un presupuesto histórico de transferencias directas.
Si bien Ariadna Montiel también es cercana a Sheinbaum, no hay duda de que su lealtad principal está con López Obrador, por lo que su continuidad es reflejo de que los programas sociales se mantendrán por el mismo rumbo, con todo y las presiones financieras que van a significar para los siguientes años.
Mario Delgado fue anunciado como secretario de Educación Pública, un cargo que ya desempeñó en el gobierno de la Ciudad de México. El presidente de Morena tiraba más alto, a la Segob a la Secretaría del Bienestar; incluso a Pemex, CFE o al Infonavit, pero Sheinbaum optó por darle la cartera de Educación, la cual compartirá de alguna manera con Rosaura Ruíz, quien tendrá a su cargo la supersecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación que va a crearse.
Y pese a que los radicales del morenismo quisieron torpedearlo, a través de editoriales en el periódico del oficialismo, La Jornada, bastó una reunión de Sheinbaum con la directora de ese medio, Carmen Lira, para apaciguar los demonios de los “puros”.
La designación de Omar García Harfuch como secretario de Seguridad venía cantándose hace años, aunque tuvo un impasse con su intento de ser el candidato a la jefatura de Gobierno de la CDMX. Su desempeño como jefe de la policía capitalina y su cercanía con Sheinbaum lo convirtieron automáticamente en candidato al puesto.
En la presentación no se dieron a conocer nuevas atribuciones a la Secretaría que encabezará García Harfuch, pero es probable que más adelante se anuncien, sobre todo en el área de inteligencia. El exjefe de la policía capitalina tendrá coordinación estrecha con las Fuerzas Armadas, sobre todo con la Secretaría de la Defensa Nacional, y con la Fiscalía General de la República. En ambas instituciones, García Harfuch ya tendió puentes. Está por verse cuánto de la política de seguridad recaerá en sus manos.
Si bien equilibrado y, por los menos dos de los nombramientos se daban por descontado, no cabe duda de que la tercera ronda de anuncios del futuro Gabinete de Claudia Sheinbaum estuvo impregnada de fieles y leales obradoristas.
El acaudalado y longevo líder de los telefonistas
Claudia Sheinbaum se convertirá en la décima figura presidencial que conviva y se acomode con el eterno dirigente del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, Francisco Hernández Juárez, quien ya inició el proceso para reelegirse por décima segunda vez, con la que superará la barrera del medio siglo en el cargo. El manejo de las finanzas del sindicato ha sido más que controvertido. Denuncias de trabajadores e investigaciones financieras revelan presuntos desvíos de más de 2 mil millones de pesos de los remanentes de la caja de ahorro de los telefonistas.
Hernández Juárez asumió las riendas del organismo sindical en 1976, durante la presidencia de Luis Echeverría. Transitó con José López Portillo y Miguel de la Madrid, y alcanzó sus momentos de gloria en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, con la privatización de Telmex. Luego se convirtió en una veleta para apuntar hacia donde lo llevaran los vientos, durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró ponerle fin a su reinado en el sindicato, a través de las nuevas legislaciones para democratizar los organismos de los trabajadores, pero abandonó el objetivo cuando el líder le ofreció el voto corporativo a Morena, como lo hicieron también la mayoría de los sindicatos del país.
En suma, Francisco Hernández Juárez cumple 48 años al frente del sindicato de telefonistas y el próximo 15 de julio se ratificará por cuatro años más como el candidato de la “planilla verde”. La reelección es inminente, porque dicha planilla es la única que tiene autorización para participar en el proceso organizado por la Comisión Nacional Electoral; es decir que el líder es quien controla esta Comisión, la cual se ha encargado de impedir el registro de cualquier otro aspirante a la secretaría general.
Como suele pasar también cada cuatro años, la reelección en el STRM es una oportunidad para revelar denuncias por malos manejos, exhibidas esta vez por sindicalistas detractores. De acuerdo con la disidencia sindicalista, específicamente de la Alianza Nacional de Telefonistas, la familia de Francisco Hernández Juárez se ha consolidado como desarrollador inmobiliario aprovechando los intereses obtenidos de la Caja de Ahorro de los Telefonistas. Se calcula que esta cooperativa de servicios financieros, cuya principal función es la obtención de recursos para colocar créditos entre sus asociados, trae en la panza unos 24 mil millones de pesos y una cartera de crédito de casi 10 mil millones que le generan intereses multimillonarios.
A pesar de que no se reciben reportes de los intereses generados por parte de la dirigencia sindical, hay indicios de que un buen porcentaje de estos recursos se han dirigido a proyectos de desarrollo inmobiliario de la compañía Arte, Diseño, Estructuras y Construcción SA de CV, mejor conocida como Artdeco, de la cual es accionista y apoderado general el yerno del líder sindical, Salvador Ochoa García, esposo de Claudia Hernández Castro, hija de Hernández Juárez y coordinadora del Sistema de Información del sindicato de telefonistas.
Artdeco es proveedora de infraestructura de dependencias y organismos públicos como la Secretaría de Relaciones Exteriores, el IMSS y el ISSSTE. También construye edificios para el sindicato de telefonistas y participa en el mercado de desarrollo de vivienda de lujo. Algunos ejemplos: los desarrollos en las calles Corina 39 de la colonia del Carmen, Canadá 35 en el Parque San Andrés y Francisco Sosa 235 del Barrio de Santa Catarina, en la alcaldía Coyoacán.
Posdata 1
La futura presidenta, Claudia Sheinbaum, va en serio con su propuesta de no reelección, lo cual ya había anunciado y este miércoles, en presencia su consejera jurídica, Ernestina Godoy, confirmó con la entrega de la iniciativa de reforma a la Secretaría de Gobernación.
“El pueblo de México no quiere la reelección, en la campaña, la precampaña, pregunten a las personas si están de acuerdo o no, es retomar sencillamente lo que históricamente fue”, dijo Sheinbaum.
La iniciativa propone la no reelección para senadores, diputados locales y federales, suplentes, alcaldes y concejales en el periodo inmediato al ejercicio del cargo, por lo que se requiere hacer modificaciones constitucionales.
La futura presidenta quiere pasar la aplanadora de Morena, pero al parecer no se ha consultado tal reforma con sus aliados del Partido Verde y el PT, los cuales no estarían muy de acuerdo con la propuesta. Esta será la primera prueba para ver si los partidos bisagra se alinearán sin chistar a los deseos del oficialismo o ejercerán el poder que les otorgan sus votos para lograr la mayoría calificada.
Posdata 2
Los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como los jueces y magistrados que han participado en los foros de la Reforma Judicial insisten en que el voto popular es una locura, un sinsentido y que tiene altos riesgos, algunos irreversibles, en lo cual coinciden la mayoría de los abogados y expertos nacionales e internacionales. Sin embargo, esa discusión, por más relevante que sea, ya es estéril, pues el oficialismo, argumentando el mandato popular expresado el 2 de junio, ya ha dado por descontado que ese será el método de elección.
Así que la estrategia del Poder Judicial debería enfocarse en los candados para que los perfiles a dichos cargos sean los idóneos y en el escalonamiento de los relevos, de manera que el partido en el poder no abuse de su dominancia para colocar únicamente a sus candidatos y candidatas. Esto será una tarea por demás complicada, pero la apuesta tendría que ser esa. Para ello es inexorable que haya diálogo y negociación de los altos mandos del Consejo de la Judicatura y de la Suprema Corte con los legisladores. Y si bien la renuncia de la presidenta, Norma Piña, no es hoy una opción, más les vale al resto de los ministros y ministras que comiencen a cabildear con los legisladores que llegarán el 1 de julio con el dictamen listo para pasarlo directo al Pleno.
Porque es un hecho que la elección de los nueve ministros y ministras que llegarán a la nueva Corte serán elegidos en la primera mitad del 2025, lo mismo que los cinco magistrados que integrarán el Tribunal de Disciplina Judicial, donde se revisará la actuación de los jueces y magistrados.
Posdata 3
La salida de Eduardo Santoyo Vázquez como director del CKD Fondo Capital Infraestructura no fue tan tersa como pareció o quiso hacerse ver.
En realidad, su dimisión se debió a una presunta mala gestión de ese fondo, donde Santoyo aprovechó cierta desatención de los principales inversionistas para llevar agua a su molino, según funcionarios del CKD.
Aunque no hubo un detrimento del patrimonio del CKD, la familia Hank no le perdonó el abuso de confianza y le dio las gracias.