La renuncia de Joe Biden a la candidatura por el Partido Demócrata acelera un proceso activado por la 4T hace por lo menos dos meses: la necesidad de lograr la captura de un capo del narco que sirva como herramienta para apaciguar el discurso anti México que domina las bases del Partido Republicano. Un arresto que debería tener lugar ni bien comience el mandato de Claudia Sheinbaum en octubre, un mes antes de las elecciones en Estados Unidos.
Esta semana se registraron dos movimientos en esa dirección. Por un lado los arrestos de diversos jefes operativos del crimen organizado, aquellos mandos intermedios dedicados a la seguridad de los principales jugadores. Por el otro, un viaje reservado de uno de los principales entornistas de Sheinbaum a Washington, donde se avanzó en este objetivo que se reduce a tres posibles arrestos: Ivan Archibaldo Guzmán, Ismael “El Mayo” Zambada o Nemesio Oceguera.
Andrés Manuel López Obrador entiende que si se produce una detención de alto nivel se abrirá un escenario para contener a los impulsos más extremos de los republicanos.
Una muestra de cooperación en un escenario muy turbulento en Estados Unidos. Por estas horas las principales figuras del Partido Republicano dicen que si Biden no está en condiciones de ser candidato tampoco lo está para ser el comandante en jefe y que debería abandonar la Casa Blanca. Así lo dijo Mike Johnson, mandamás de la Cámara de Representantes y muy afín a Donald Trump.
Biden respalda para la candidatura a su vicepresidente Kamala Harris y abre un frente que tampoco agrada en Palacio Nacional: Harris es señalada en la opinión pública del país vecino de ser la responsable del caos en la frontera por su política errática en Centroamérica. Si es la candidata va a ser muy atacada por ese rol y México va a seguir en el centro de la campaña. Harris es un estímulo para que Donald Trump siga insistiendo en que la frontera debe cerrarse.
En este sentido, para México luce como un escenario más benévolo que los demócratas abran la candidatura en su convención y surja así otro candidato.
El fin de semana pasada, cuando López Obrador fue de los primeros presidentes en solidarizarse con Trump luego del atentado, un exembajador mexicano en Washington le mencionó al presidente que en 1981 cuando Ronald Reagan sobrevivió a un atentado, a los pocos días su imagen positiva creció 15 puntos. Un proceso similar al que ocurre con Trump y que explica la renuncia de Biden, ya que las últimas encuestas afirman que no puede alcanzar a Trump.