Después de que el Presidente Joe Biden puso fin a su campaña de reelección y apoyó a la Vicepresidenta Kamala Harris para la nominación del Partido Demócrata, las preguntas se han centrado en su viabilidad electoral y en cómo podría desempeñarse frente al ex Mandatario Donald Trump.
En encuestas recientes, Harris está, en promedio, a dos puntos porcentuales de Trump a nivel nacional, 46 a 48 por ciento.
Esto representa una mejora respecto a la posición de Biden en la carrera, pues estaba 3 puntos porcentuales detrás de Trump en el promedio de las encuestas, 47 a 44 por ciento.
En las encuestas recientes sobre estados clave, realizadas antes de que Biden anunciara que se retiraría de la carrera presidencial y completadas antes del intento de asesinato de Trump, Harris solo perdía un punto porcentual en el estado clave de Pensilvania en un hipotético enfrentamiento con Trump. Y ganaba por una diferencia más cómoda de cinco puntos porcentuales en Virginia, un estado donde Biden solo llevaba ventaja por un margen muy estrecho.
En ambos estados, Harris tuvo un desempeño ligeramente mejor que Biden entre los votantes negros, los votantes más jóvenes y las mujeres, todos los grupos que los demócratas necesitan para tener éxito este otoño. Y, lo que es más importante, esos son grupos en los que Biden parecía estar perdiendo terreno.
Tan solo en abril, Harris se encontraba en las encuestas sustancialmente por detrás de Biden, pero ha ganado terreno en las encuestas recientes.
Al mismo tiempo, cada vez más demócratas habían dicho que querían que Biden se hiciera a un lado. En una encuesta de AP-NORC realizada entre el 11 y el 15 de julio, casi dos tercios de los demócratas dijeron que querían que el Presidente se retirara y permitiera al partido elegir a un candidato diferente. El domingo, su deseo se hizo realidad.