“Ganó la democracia”, dirán algunos. “Es que privó la prudencia en el Tribunal Electoral de la CDMX”, dirán otros. Pero lo cierto es que el desaguisado por la alcaldía Cuauhtémoc que causó Caty Monreal (sumados los monrealistas), no lo secundó la recién electa presidenta Claudia Sheinbaum. No hay más.
Desafortunadamente, mientras tanto, no nos ahorramos el berrinche que montó la familia Monreal para obtener a la mala lo que no obtuvieron con los votos. Sí, recordaremos, la hija de Ricardo Monreal compitió por la alcaldía Cuauhtémoc y perdió en las urnas. La mencionada protestó y su protesta en un principio fue aceptada por el Tribunal Electoral de la CDMX. Luego, finalmente, eso no prosperó en razón de una resolución superior del TEPJF, mismo que lógicamente está más bien alineado a lo que diga Claudia y no a lo que buscan los Monreal…
Ricardo Monreal no ha entendido que ni Claudia ni la gran parte de Morena lo secundan. Esto se remonta por lo menos a la división que existió desde que ella era jefa de gobierno y él le jugaba chueco. Si a ello se suman las “bravatas” que organizó Monreal desde el Senado y que quedaron como llamarada de petate, se puede entender que Claudia y la 4t no apoyarán en nada más al zacatecano.
El mensaje de López Obrador vía Claudia Sheinbaum y Morena también es claro: los Monreal ya obtuvieron lo que se acordó; esto es, la coordinación del Senado (actualmente) y de los diputados a partir de septiembre y NADA más.
Este bochornoso episodio ha servido también para que las huestes de la 4t sepan hasta dónde es capaz de ir Monreal sin el permiso de la cúpula y que esta no autoriza movimientos si no es con su visto bueno. Lógico.
Estamos atestiguando un pleito de Morena; nada tiene qué ver con la poca o mucha fuerza de la oposición en la capital del país. Si bien, también es cierto, por muy avasalladores que fueron Morena y Claudia en las elecciones, no se van a echar el pleito de quitarle al PAN-PRI uno de los pocos reductos que tienen en la Ciudad de México (¡ni que fuera Jalisco!).
¿En algo pesó el que, de seguir esta impugnación ilegal, crecerían a Alessandra Rojo de la Vega como posible figura de la oposición? No lo creo, pero —vaya— tampoco es una teoría descartable. Tiene los elementos para convertirse en una figura que vaya más allá de una delegación. Entre ellos que ya es una persona reconocida por su lucha en contra de la trata, su renuncia al Verde “por su atropello de la democracia”. Además fue la única candidata que no ensució la Ciudad de México con lonas, plásticos y pancartas promocionándose. En fin…
Me parece que como finalmente terminó esto no fue tanto por respetar a De la Vega o la democracia. Se trató de no hacer crecer ni darle la razón a los Monreal. Así de simple y así de importante el aviso para cualquiera que dentro de la 4t ose ir en contra de lo pactado por la dirigencia y Presidencia. No hay lugar para disensos. O no hasta que alguien tenga la fuerza para dividir e irse; como hizo el mismo López Obrador en su momento.
Lo cierto es que a pesar de los esfuerzos de Ricardo, ni López Obrador ni Claudia Sheinbaum confían en él; tampoco en su familia. Ni en su hija ni en su hermano gobernador de Zacatecas. La decisión del Tribunal sobre la votación en la alcaldía Cuauhtémoc es un fuerte golpe propinado desde Morena a sus propios allegados; menos burdo que el que le asestaron a Gerardo Fernández Noroña, pero muy por el estilo.
Este fue un “Claudia vs. Monreal Bis”. ¿Habrá un tercer intento? Monreal debería pensarlo seriamente; Claudia sabe que esa amistosa lealtad tampoco la tiene.