En su columna “El fiscal de hierro” publicada en El Financiero, el abogado Javier Coello Trejo ha expresado una fuerte preocupación sobre la reforma al Poder Judicial en México, advirtiendo que esta representa un grave ataque a los principios de la división de poderes y la independencia judicial. La propuesta de reforma incluye medidas como la elección popular de jueces, magistrados y ministros, así como la reducción del número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la creación de nuevos órganos administrativos y de disciplina judicial.
Coello Trejo argumenta que la elección popular de jueces y magistrados podría politizar la justicia, sometiendo a los jueces a presiones externas y caprichos del electorado y de grupos de interés. Este sistema, lejos de empoderar a la ciudadanía, podría llevar a los jueces a adoptar posiciones populistas para ser electos o reelegidos, en lugar de aplicar la ley de manera objetiva e imparcial. Además, la necesidad de hacer campaña electoral expondría a los candidatos a influencias indebidas y comprometería su imparcialidad.
La creación de un Tribunal de Disciplina Judicial, aunque inicialmente suene como una medida para garantizar la rendición de cuentas, podría convertirse en un mecanismo de control sobre los jueces, limitando su libertad y capacidad de tomar decisiones independientes. Coello Trejo advierte que esta nueva estructura de control amenaza con transformar el Poder Judicial en un órgano subordinado a los intereses políticos del Ejecutivo y Legislativo.
Otro aspecto preocupante de la reforma es la reducción del número de ministros de la SCJN y la eliminación de sus salas, concentrando todo en sesiones públicas y plenarias. Esta medida podría aumentar la carga de trabajo de los ministros y afectar la eficiencia y calidad en la resolución de casos, comprometiendo el equilibrio entre transparencia y eficiencia en la administración de justicia.
En el contexto de esta reforma, las afirmaciones del exministro Arturo Zaldívar adquieren relevancia. Zaldívar ha señalado que bajo la presidencia de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, el Poder Judicial ha tomado un rumbo de confrontación y participación política, alejándose de su deber de neutralidad y actuando en favor de intereses políticos específicos. Estas declaraciones resaltan la politización que podría intensificarse con la implementación de la reforma.
Coello Trejo enfatiza que la reforma al Poder Judicial de 2024 representa un ataque frontal a los principios de independencia y división de poderes, fundamentales para el Estado de derecho. Comprometer la autonomía del Poder Judicial y permitir su politización erosiona uno de los pilares esenciales de la democracia, poniendo en riesgo la justicia equitativa y efectiva en México.
El abogado insta a la ciudadanía y a los actores políticos a comprender la gravedad de esta reforma y sus posibles repercusiones. Aboga por una profunda reconsideración de la reforma, priorizando la independencia y la imparcialidad de la justicia. Coello Trejo hace un llamado a sus colegas abogados litigantes y a todos los defensores de la justicia a levantar la voz y actuar en defensa de la autonomía del Poder Judicial, destacando que la independencia judicial es un pilar fundamental de cualquier democracia.