Nos informan que en San Lázaro, pasado ya el vendaval electoral, se quiere reformar la Ley General del Trabajo para establecer como descanso obligatorio el próximo 1 de octubre, justo con el cambio de gobierno. Llama la atención que tal ocurrencia no provenga de la aplanadora que lidera Morena, sino… del PRI. Así, la diputada priista María de Jesús Aguirre Maldonado presentó la iniciativa que busca que el 1 de octubre de cada seis años se sume al calendario de descansos cívicos obligatorios. Nos comentan que la duda es si se trata de ampliar los días de asueto o resucitar el famoso Día del Presidente, en este caso Presidenta, que tenía el viejo partido hegemónico.

En donde la marea guinda del 2 de junio dejó paralizados a varios es en la Suprema Corte. Nos hacen ver que abogados, jueces de circuito y trabajadores del Poder Judicial han levantado la mano para oponerse a los cambios radicales que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador y piensan forzar a que en los foros del Congreso de verdad se escuche a quienes piden ajustes para evitar el desastre si no se le cambia ni una coma a la iniciativa, mientras que los ministros de la Corte que durante el sexenio echaron para atrás proyectos de Palacio Nacional contrarios a la Constitución, han optado desde el día de la elección por el silencio. Nos hacen ver que internamente comienzan a reprochar en particular la parálisis de la ministra presidenta Norma Piña, a quien en algún momento vieron como baluarte contra los atropellos del Ejecutivo.

El presidente López Obrador será esta noche el invitado del programa Chamuco TV, en el que participan los caricaturistas afines al mandatario Hernández, El Fisgón y Rapé. El Canal 22 promociona la transmisión de las 20:30 horas como un “programa especial desde Palacio Nacional”. Son contadas las participaciones del mandatario en medios, ya sean públicos o privados, tomando en cuenta que a diario dispone de dos horas o más en su conferencia mañanera, en la que lo mismo da anuncios relevantes que ofrece festivales de Día de las Madres. Hay dos dudas que se disiparán una vez que se transmita la tertulia: ¿Qué cosas revelará, sintiéndose entre amigos, que no dice normalmente en plazas públicas? y la segunda, ¿habrá cena, paella tal vez?

Nos cuentan que los interesados en suceder a Dante Delgado en la dirigencia de Movimiento Ciudadano deberán platicar con él para convencerlo y, entre ellos se encuentra el excandidato presidencial Jorge Álvarez Máynez, quien ya pasó del “no” a dejar abierta la puerta. Pero dentro de las filas naranjas y ante una posible reelección de don Dante nos comentan que antes de pretender dirigir al partido, don Jorge tendrá que tomar en cuenta el descontento que cunde en el llamado Grupo Jalisco, que encabeza el gobernador jalisciense, Enrique Alfaro, por la intención de continuar con la política fosfo fosfo, con mucho pegue en redes sociales pero nula profundidad, el cual se expresó ayer con la ausencia de los dirigentes de aquellos lares en la sesión de la Coordinadora Nacional. Desde allá, llegan las señales de ruptura en cualquiera de los dos escenarios, la permanencia de don Dante o la sucesión con Máynez. ¿Se partirá la naranja?

No saben en Presidencia quién pagó las vallas

Nos comentan que quienes tienen traspapelados documentos importantes son los responsables de la Oficina de Presidencia. Nos detallan que al solicitar vía Ley de Transparencia información del pago que hizo por mantener por varias semanas las vallas metálicas de más de tres metros para blindar Palacio Nacional de protestas antes y después de la elección del 2 de junio, la dependencia pidió un par de semanas más para buscar los datos. ¿Qué no debería estar esa información a la mano dado que el gasto es para proteger el inmueble histórico que funciona actualmente como residencia presidencial? Nos detallan que habrá que esperar a ver si la próxima semana encuentran los documentos. Seguramente los hallarán, pues a nadie en su sano juicio se le ocurriría que la operación se haya hecho de manera informal y sin factura.

Nos cuentan que ayer en Matías Romero, Oaxaca, en la segunda gira de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador, llamó la atención el saludo y reconocimiento del secretario de Marina, José Rafael Ojeda, y el almirante Raymundo Morales, director del Corredor Interoceánico. Ambos se refirieron a Sheinbaum como “presidenta electa de México y futura comandanta suprema de las Fuerzas Armadas”. Resulta significativo que los marinos reconozcan desde ya a la que será la primera mujer al mando de las fuerzas militares en el país, pero también hubo quien levantó la ceja porque se adelantaron a los tiempos legales, pues será hasta que el Tribunal Electoral califique la elección cuando recibirá la constancia que la acredite como Presidenta electa.

Movimiento Ciudadano sostiene hoy sesión de coordinadora nacional, su órgano de dirección más importante. Nos comentan que en ella Dante Delgado continuará con la línea que ha machacado desde el 3 de junio: que su partido ha crecido, que tienen más votos que el PRI y que son la tercera fuerza en el país, pese a que solo ganaron un solo distrito por mayoría, y dos de primera minoría para el Senado. Nos dicen que don Dante insiste en salir a comunicar esa línea y que no pasarán las críticas que dentro existen de voces que piden mesura, más política, menos comunicación, y escuchar al grupo Jalisco de Enrique Alfaro. A ver si los escuchan.

Los coordinadores de la oposición en la Cámara de Diputados tropezaron con la misma piedra. Sin posibilidad de rechazar la discusión abierta que tanto han pedido sobre la reforma al Poder Judicial, ayer aprobaron junto con Morena la realización de nueve grandes foros, organizados de tal forma que concluyan a tiempo para que la mayoría oficialista saque adelante un dictamen a mediados de agosto y que los nuevos diputados con mayoría calificada de guindas, verdes y petistas la aprueben sin problemas en septiembre. Luego del 2 de junio, a los opositores ya no les quedó imaginación para intentar detener lo que ellos mismos dicen terminará en aprobación sin cambiarle una coma al proyecto. Nos recuerdan que “conversatorios” anteriores concluyeron de esa forma.