LA PRESIDENTA ELECTA CLAUDIA Sheinbaum tendrá que salir a calmar a los mercados con un mensaje contundente que apacigüe el temor y desconfianza que causó el “carro completo” de Morena y sus aliados.
Ni siquiera la confirmación, ayer en la mañanera, de la permanencia del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, por “tiempo indefinido” hecha por el Presidente dio certeza a los inversionistas.
Hoy muy temprano tendrá una conferencia telefónica con los principales analistas financieros internacionales con el objetivo de infundir tranquilidad.
Conforme transcurría “el día después” de las elecciones, la confianza se derrumbó en la Bolsa Mexicana de Valores, que pasado el medio día estuvo a punto de parar operaciones porque acumulaba pérdidas de 6.5%.
Los títulos que más perdieron fueron los financieros: BanRegio de Manuel Rivero Santos perdió 13.4%, Gentera de Carlos Labarthe cayó 13.1% y Banorte de Carlos Hank González se desplomó 11.1%.
El miedo fue porque el movimiento de Andrés Manuel López Obrador alcanzó la mayoría calificada en el Congreso, lo que abre la puerta a que él o Sheinbaum modifiquen a su gusto la Constitución.
Y de entrada porque ayer mismo el inquilino de Palacio Nacional ya lo adelantó: está sentándose con Sheinbaum para instrumentar el “Plan C”, que implica la Reforma al Poder Judicial y acabar con la actual Suprema Corte de Justicia.
Tan pronto como septiembre, una vez que asuman los diputados y senadores electos del régimen, la Corte sufrirá el primer golpe de la “Quinta Transformación” o “el Segundo Piso” de la Cuarta Transformación: la destitución de todo el pleno, aunque tres ministros sobrevivirán.
Los que se van: la ministra Presidenta Norma Piña y los ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez, Margarita Ríos-Farjat, Jorge Mario Pardo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Juan Luis González Alcántara y Luis María Aguilar.
Las que probablemente se queden porque no se descarta que sean propuestas bajo el nuevo mecanismo de selección por voto popular como propuso en su reforma López Obrador y ahora retoma Sheimbaum Pardo: Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres.
Y tras ellas siete nuevos ministros afines al movimiento para integrar un nuevo pleno de 10, como cuando Ernesto Zedillo disolvió la Corte en 1994 y nombró once nuevos ministros.
¿Candidatos?, hay muchos. ¿Mujeres?, simplemente las que fueron postuladas por el mismo AMLO y no alcanzaron a llegar, como Verónica De Gyves, Celia Maya, Bertha Alcalde, Luisa María Alcalde, Estela Ríos, Eréndira Cruzvillegas o incluso la ex fiscal Ernestina Godoy.
Hombres, también los hay: el Consejero Jurídico de la CDMX, Néstor Vargas; el Presidente del Poder Judicial de la CDMX, Rafael Guerra; el ex secretario del Consejo de la Judicatura Federal, Carlos Alpízar; el ex Procurador Fiscal de la Federación, Félix Arturo Medina, y el ex magistrado electoral, Salvador Nava, entre otros.
La Reforma al Poder Judicial plantea la separación del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que hoy ambas son presididas por una sola persona, en este caso Norma Piña.
En este cambio de paradigma que fija el llamado “Plan C” el CJF será incluso más poderoso que la propia Corte porque su músculo son las funciones del manejo de las adscripciones de todos los jueces y magistrados, así como las de vigilancia y la disciplina.
No en vano el ministro en retiro, Arturo Zaldívar, intenta llegar ahí ante la imposibilidad de ser Fiscal General de la República o Consejero Jurídico de Claudia Sheimbaum.
EL DOMINGO, DÍA de las elecciones presidenciales, el sector privado en pleno estuvo acuartelado en una especie de cuarto de guerra siguiendo paso a paso este proceso que resultó inédito por el número de participantes y por la abrumadora victoria de Claudia Sheinbaum sobre su contrincante Xóchitl Gálvez. Y todavía más hacia las once de la noche cuando se confirmó que Clara Brugada derrotaba a Santiago Taboada en la CDMX y Morena avanzaba, arrolladoramente, en seis estados y principalmente en el Congreso. El Consejo Coordinador Empresarial, que preside Francisco Cervantes, reunido con el pleno de su Comisión Ejecutiva: Concamin, Concanaco, Coparmex, AMIS, CMN y ABM). El único miembro del que nomás nadie supo nada y ni representante envió fue Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario.
HACE JUSTO SEIS años, cuando Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones, se aceleró el éxodo de mexicanos a España. Muchos aprovecharon la denominada “golden visa”, un instrumento que lanzó en 2013 el entonces presidente Mariano Rajoy con el objetivo de atraer inversionistas extranjeros. Con el simple hecho de hacer una inversión inmobiliaria superior al medio millón de euros un individuo se abría la puerta a la residencia legal de por lo menos tres años. Se estima que unos 368 mexicanos se apegaron a ella. El problema ahora es que el actual presidente español socialista, Pedro Sánchez, anunció el fin de la “visa dorada”, lo que puso nervioso a más de uno. Mañana a las 8 de la mañana en La Hacienda de Los Morales el abogado Juan Carlos Lois, experto en movilidad internacional y socio de RSM en España, ofrecerá una presentación titulada “¿El fin de la Golden Visa española? Panorama actual y alternativas para asegurar la nacionalidad”.
FINALMENTE SE CONFIRMÓ la información que desde finales de febrero le dimos a conocer aquí: el acuerdo que la Secretaría de la Defensa, que comanda Luis Cresencio Sandoval, había alcanzado con el fabricante brasileño de aviones Embraer para desarrollar la flota de la nueva Mexicana de Aviación. Ayer esta firma que preside Francisco Gomes Neto reconfirmó lo que reportamos el pasado 13 de mayo, en el sentido de que serían ya no diez sino 20 aparatos los que se estarían pidiendo. En 2025 se estarían recibiendo cinco aeronaves, en 2026 otros siete y en 2027 otros ocho aviones más. Serán 20 Embraer E2 en clase única dividida en dos modelos: 10 E190-E2 con capacidad para 108 personas y 10 E195-E2 de 132 asientos. Cada aeronave tendrá un costo de aproximadamente 30 millones de dólares.