En múltiples ocasiones, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, ha coreado: “¡Es un honor estar con Obrador!” Es un hombre al que admira y califica como “gran dirigente, gran presidente”.
Lo reiteró ayer en un video que subió a sus redes sociales, en el que confesó que se le llenaron los ojos de lágrimas por el reconocimiento que le hizo el Presidente en el mensaje que le envió el día de su cierre de campaña (miércoles 29 de marzo).
Pero el 2 de junio la relación dio un vuelco. Ahora es ella la que tiene el poder casi absoluto. Su héroe se va de Palacio Nacional el 1 de octubre. El inconveniente es que antes de irse quiere dejar aprobada la reforma al Poder Judicial.
Lo hizo público en la mañanera y eso agudizó la caída del peso. A la hora del cierre de esta columna, el dólar interbancario se cotizaba en 18.40 pesos (2 por ciento menos que la víspera). La Bolsa Mexicana de Valores perdió 2.75 por ciento.
–¿Podría salir (la reforma judicial) en este gobierno? Le preguntaron en la mañanera.
–Sí, sí, sí –respondió.
“La justicia –dijo más adelante– está por encima de los mercados. O sea, es como cuando se tiene que optar entre derecho o justicia, o cuando tienes que optar entre progreso o esclavitud”.
Sus palabras dieron al traste con las operaciones que la virtual Presidenta electa y el titular de la SHCP, Rogelio Ramírez de la O, realizaron para calmar a los inversionistas.
Ambos prometieron certeza jurídica, respeto a la propiedad privada, prudencia fiscal, mantener autonomía del Banco de México. Sheinbaum sostuvo incluso llamadas telefónicas con representantes del FMI, la OCDE, el Banco de México, y Blackrock, administradora internacional de activos con presencia en América Latina.
*Me queda claro que AMLO busca aprovechar la nueva legislatura, que se instala el 1 de septiembre próximo, para que quede plasmado en la Constitución que jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia serán electos en las urnas. Es lo que propone, entre otras cosas, la citada reforma judicial.
Morena y rémoras tendrán la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara de Diputados y están muy cerca de alcanzarla en la de Senadores. El Presidente tendrá un mes para que la nueva mayoría la vote en ambas cámaras con él en funciones.
*Una y otra vez AMLO ha asegurado que no aspira a ser “jefe máximo” (como Plutarco Elías Calles), ni “líder moral” (como Cuauhtémoc Cárdenas), ni mucho menos cacique.
“Yo me voy a Palenque entregando la banda presidencial, y me despido, me retiro, me jubilo”, aseguró contundente.
Pero cambió de parecer, a juzgar por sus declaraciones de ayer: “Yo ya concluyo y no voy a tener representantes. Sólo atendería yo un llamado de mi Presidenta, también, haciendo uso de mi derecho a disentir… Es más, no quiero nombres de calles, no quiero monos (estatuas)”
¿Atender un llamado de su Presidenta haciendo uso de su derecho a disentir? ¿Cómo? ¿Meterá su cuchara cuando no esté de acuerdo con alguna decisión de Sheinbaum? Son preguntas.
*La paliza que le dieron a la oposición en las urnas es de época. El recuento de los votos, en lo que se refiere a la elección de diputados, así lo confirma. Con 97.8 por ciento de las actas revisadas, la coalición Morena-PVEM-PT gana 220 diputados de mayoría, de las 300 curules en disputa.
La alianza PAN-PRI-PRD, 38; Morena sin coalición, 37; el PAN ganó en tres distritos, el MC en uno, y hay un independiente. Ni el PRI ni el PRD, sin coalición, ganaron un solo distrito.
*La derrota trajo consigo la exigencia de que Marko Cortés y Alito Moreno se vayan ya de las dirigencias de sus partidos. Los dos dicen que sí se van, pero no cuándo.
El panista Ignacio Loyola, exgobernador de Querétaro, considera que Acción Nacional tiene que entrar en una reflexión profunda sobre sus alianzas con otros partidos.
Cuenta que un grupo de exgobernadores del PAN ya se reunieron y llegaron a la conclusión de que el partido tiene que reencontrarse con los principios y valores escritos en los lineamientos con los que éste creció, “que en algún momento llegamos a abandonar”. Dijo más: “Tenemos que entrar en un proceso de reflexión profunda. Encontrar los motivos que nos llevaron a estar en este momento crítico. Pero también un gran entusiasmo, porque viene un cambio en la dirigencia nacional por estatutos, no por exigencia ni por rencores”.
La senadora Kenia López coincidió que los panistas necesitan reflexionar si van a continuar con las alianzas, para qué y en dónde. Kenia sabe de la amenaza de un oficialismo con mayoría calificada en la Cámara alta. Sabe que hay tránsfugas en la oposición. “Es obvio que necesitamos resguardar el Senado de la República, como oposición, apelando a cada senador y senadora en su integridad y honorabilidad, para que no vayan a entregarse ni como subordinados”, remató.