“Yo le he pedido a mis hijos que no dejen de aclarar todas las calumnias que han padecido, que se pongan los tres a escribir quiénes son… Ahora ya van a actuar, pero tienen que aclarar todo y, como son honrados, porque así fueron educados por la finada mamá y el papá, van a sacar un documento, se los sugerí. No sé (cuándo), ya, pero les dije: no dejen nada pendiente y aguanten, aguanten”.
En el párrafo anterior hay muchas distracciones. Está el colmillo de Andrés Manuel López Obrador, dándole autorización a sus hijos para participar en la política. Lo dijo la semana pasada, pero hay un punto central: el documento que les pidió. En un inicio, a los hijos del Presidente les pareció buena idea hacerlo, aunque luego cayeron en cuenta que eso implicaría tener que aventar al agua a personajes incómodos como su prestanombres, Amílcar Olán Aparicio, quien ha mandado muy claras amenazas de que si cae, no se irá solo. En otras palabras: el documento aclaratorio tendría que ir acompañado de varias órdenes de aprehensión y nadie ha querido jugarlo… por ahora.
Los hijos del Presidente no son bien vistos en el equipo ganador. Eso explica porque desde que Claudia Sheinbaum obtuvo la presidencia de México, en el círculo intimo de Andy, se ha ido apagando la versión de que él sería un secretario de Estado a partir de octubre. En un inicio, sus amigos más cercanos, varios de ellos integrantes de “El Clan”, alardeaban que Andy tendría un puesto de primer nivel. Con las palabras del presidente la semana pasada se encendió el fuego, pero con el paso de los días la idea perdió fuerza. La principal razón es que la próxima presidenta de México y sus asesores pronosticaron que si Andy estaba en el gabinete ella perdería fuerza desde un principio. Prácticamente estaría dándose un balazo en el pie al insinuar que ya tenía a un sucesor para el 2030, sin siquiera haberse colocado la banda presidencial.
En el equipo ganador también les incomodan personajes como Giovanni Medina, expareja de la actriz Ninel Conde, y quien se coló a la primera fila de la campaña. Nadie sabe a ciencia cierta a qué se dedica, pero logró su objetivo. En el pasado, Marcelo Ebrard pudo sacudírselo gracias a Javier López Casarín, una de sus manos derechas y el próximo alcalde de Álvaro Obregón. Él se enteró que Giovanni pedía dinero a nombre de Marcelo, cuando no estaba autorizado y le costó el distanciamiento, pero para esta campaña regresó a escena.
Según los relatos, Javier Díaz y Jorge Ruiz Figueroa “El Palapa”, ambos amigos de Andy, acercaron a Medina con otro incondicional: Ricardo Pacheco. En alianza con ellos, Medina comenzó a pedir dinero para la campaña de Claudia Sheinbaum sin que exista certeza si entró o no, pero un par de empresarios relatan haber dado entre 5 y 20 millones de pesos, cosa que va en sentido contrario a otros que aseguran que la exjefa de gobierno tuvo todo tipo de problemas en el proceso, menos de dinero y de necesidad a recurrir a gente como ellos. Así que los hijos del presidente y sus amigos tienen luz verde de él, pero luz roja de la sucesora… por ahora.
Stent:
En el gobierno quieren que Jorge Romero sea el próximo presidente del PAN porque lo ven como el rival más débil. Aseguran que ahora sí saldrán sus vínculos con el cártel inmobiliario y con propiedades en Miami. Pero desde hace mucho tiempo él ha asegurado que ese muerto no se lo encontrarán en el clóset. Los panistas hoy están preocupados en ir a disculparse con todos los empresarios a los que engañaron y les sacaron dinero presumiéndoles encuestas como las de Massive Caller.