Dante Delgado impulsa una estrategia judicial para que Movimiento Ciudadano consiga una quinta senadora pluri que, a su vez, le garantice al dirigente su banca como senador y, casi de modo automático, la coordinación del grupo legislativo.
Delgado espera que los tramites y litigios electorales terminen por darle a su partido una banca para la exgobernadora de Zacatecas, Amalia García. Esto es crucial porque si García no ingresa como quinta senadora de la lista, el dirigente puede perder su lugar por una cuestión de paridad de genero que obligaría a darse de baja para ceder su lugar a García.
A la exgobernadora se le había pedido desde MC que sea candidata en Zacatecas, pero ella replicó que no se confrontaría con la familia Monreal (que actualmente gobierna la entidad). “Son mis amigos”, dijo García, quien, adicionalmente, siempre pide por su hija Claudia Corichi, de poca predisposición a cuestiones laborales.
Como sea, si Dante retiene la banca será coordinador. Si no lo consigue ese lugar será disputado por Alejandra Barrales. La posibilidad de Luis Donaldo Colosio es más bien baja porque su relación con Delgado sigue en un impasse.
En San Lázaro se habla para la coordinación de Patricia Mercado o Ivonne Ortega. El dirigente se inclinaría por la segunda porque Mercado se ha estado reuniendo con un grupo de políticas de MC que, desde Sonora, rechazan el liderazgo de Dante por considerarlo de rasgos misóginos.
Una vez acordadas estas cuestiones, el dirigente cimentará el terreno para que en diciembre Jorge Álvarez Máynez sea el nuevo dirigente nacional.
No le inquieta el rechazo de Enrique Alfaro a este recambio. De hecho, integrantes de su grupo ya tienen lazos con Dante. Es entendible: quieren seguir en política y necesitan más de MC que del gobernador de Jalisco, que a fin de año se iría a vivir a España para lanzar su carrera de director técnico de fútbol. Un derrotero extraño para quien dice que la política debe ser tomada seriamente.