Claudia Sheinbaum le ofreció la Secretaría de Economía a Marcelo Ebrard, tal como reveló LPO. Pero en el círculo rojo de Morena daban por hecho que el ex “corcholata” rechazaría el ofrecimiento y, en cambio, propondría a alguien de su equipo para ocupar ese rol. “No querrá ser el empleado de Claudia, mejor ser un aliado desde el Senado”, era el argumento central de este pronóstico.
Pero en los últimos días Ebrard hizo un cálculo diferente. Un análisis contraintuitivo. El ex Canciller considera que si se queda en el Senado tendrá dos opciones. El escenario “pesimista” es que Adán le gane la coordinación. Y en ese caso, será uno de los tantos senadores que tendrá Morena.
En el mejor de los mundos, Claudia lo ayudará a que obtenga la coordinación. “¿Y entonces me tengo que convertir en el mascarón de proa de estas reformas de AMLO?”, le cuestionó Ebrard a sus colaboradores. Si las reformas tienen que pasar como si el Senado fuera una notaría del Poder Ejecutivo, su reputación de líder moderado, dialoguista y de centro quedaría en entredicho.
Por esa razón, según pudo saber LPO, Ebrard está convencido de que la Secretaría de Economía es una gran opción para este contexto político. Trabajaría de la mano con De la Fuente y Rogelio Ramírez de la O en un sentido contrario a las reformas de AMLO: recuperar la confianza de inversores extranjeros y profundizar los lazos comerciales con los socios del T-MEC.
Según pudo saber esta redacción, Ebrard ya trabaja en el armado de sus equipos, a la espera de la confirmación -y anuncio- que hará la propia Sheinbaum la próxima semana. Por estas horas, Claudia trabaja en la confección de un Gabinete paritario, y aún debe modificar algunos nombres para integrar más mujeres.