En 2025, el primer año de la nueva administración, el déficit público no podrá reducirse a 3.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), debido a un importante gasto ineludible y la falta de una reforma fiscal para obtener mayores ingresos, consideraron expertos.
En los Precriterios Generales de Política Económica 2025, la Secretaría de Hacienda plantea que este 2024 el déficit público sea de 5.9 por ciento del PIB y propone que la siguiente administración lo reduzca a 3.0 por ciento.
Sin embargo, Diego Díaz, coordinador de Finanzas Públicas del IMCO, recordó que en 2025 se plantea un recorte de 8.8 por ciento real anual al gasto total con un bajo crecimiento económico, lo que dificulta la meta.
“Pero es donde nos topamos con estos gastos ineludibles, con un espacio fiscal muy limitado que deja poco margen de maniobra para que el nuevo Gobierno pueda ajustar realmente a la baja el gasto.
“Tenemos el pago de intereses que se va a mantener relativamente estable, en niveles históricamente altos, las pensiones contributivas y no contributivas van a seguir creciendo a tasas importantes como lo han hecho en años anteriores”, dijo.
Otros obstáculos son el aumento en los recursos para pensiones que prometieron ambas candidatas a la Presidencia y los apoyos que continuará recibiendo Pemex, lo que dificultará la reducción en el déficit público como lo planteó Hacienda.
Ricardo Gallegos, director general adjunto de Análisis Económico de HR Ratings, consideró que el déficit podría reducirse a 4.2 por ciento del PIB en 2025, en un escenario base, debido a la inercia en el gasto público.
Sin embargo, dijo, si el déficit público del país se mantiene por arriba del 5 por ciento del PIB, eso representaría una señal de alerta para la calificación del soberano.
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