Una de las prioridades de la próxima administración que encabezará Claudia Sheinbaum es la recaudación fiscal, principalmente por la presiones financieras y presupuestales que enfrentará desde el primer año de gobierno. De entrada, la promesa del secretario de Hacienda transexenal, Rogelio Ramírez de la O, es reducir el déficit a 3.5% del PIB, lo que implica un recorte de cerca de 900 mil millones de pesos, mientras que se deben mantener al menos 16 programas sociales a los que más de 30 millones de familias acceden actualmente, además de los megaproyectos que van a concluirse, si todo sale bien, en 2025.
Por esta razón, la jefatura del Servicio de Administración Tributaria (SAT) es un puesto clave para mantener la recaudación. Hay dos perfiles sugeridos para esas tareas, que básicamente se enfocarán en “perseguir” a los grandes y medianos empresarios, así como intentar ampliar la base de contribuyentes mediante la simplificación fiscal, lo cual no augura buenos resultados, pues en el actual gobierno también se intentó sin gran éxito.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador le interesan de sobremanera los perfiles que Sheinbaum tiene pensados para el SAT, y, según se sabe, por lo menos dos ya fueron palomeados por él, pues le han dado resultados durante su gobierno.
El primero, que suena con mayor fuerza entre los morenistas, es Félix Arturo Medina Padilla, quien sustituyó a finales del año pasado a Alejandro Encinas como subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración en la Secretaría de Gobernación.
Arturo Medina fungió antes como procurador Fiscal de la Federación en la Secretaría de Hacienda. Desde ese cargo emprendió distintas estrategias para que a la Hacienda Pública cayeran al menos unos 10 mil millones de pesos de las grandes empresas que se habían retrasado en sus pagos de impuestos.
Medina participó en los expedientes de las empresas vinculadas a los grandes hombres y mujeres de negocios que siguen en la mira del SAT, como Grupo Salinas, Femsa, Grupo BAL y Grupo México, todos pertenecientes a algunas de las familias más ricas de México.
También fue quien presentó una queja ante el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra del ministro Luis María Aguilar, por sus determinaciones en el caso del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Asimismo, fue el encargado de sustanciar las acusaciones contra Alejandro del Valle, dueño de Interjet, por presunta defraudación fiscal por unos 690 millones de pesos, además de que encontró un esquema de saqueo y defraudación por aproximadamente 15 mil millones de pesos que se habrían extraído del ISSSTE.
López Obrador y Claudia Sheinbaum conocen a Arturo Medina desde su paso por la Ciudad de México. Previamente fue jefe delegacional y director general de Jurídico y Gobierno en Magdalena Contreras y ha tenido diversos encargos en alcaldías como Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztapalapa.
El otro nombre que se ha propuesto para esa cartera es, otra vez, el de Raquel Buenrostro, actual secretaria de Economía y la primera Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda de la actual administración.
El SAT es una plaza que Buenrostro conoce bien. Como su titular en la primera parte de la administración encabezó los trabajos para que Femsa, a cargo de José Antonio Fernández, terminara pagando 8 mil millones de pesos.
Aunque aliado de la 4T, el empresario Carlos Slim, principal accionista de América Móvil, también tuvo que pagar con Buenrostro 8 mil 200 millones de pesos por un cambio en su régimen fiscal; mientras que Walmart de México saldó una cantidad similar por la venta de los restaurantes Vips.
La empresa Minera Fresnillo, que pertenece a Grupo Bal, pagó 4 mil 500 millones de pesos para cubrir adeudos con el SAT por concepto de exploración y extracción de minerales. Todas esas acciones fueron bien recibidas en Palacio Nacional, donde se decretó cobrar adeudos para destinar la mayor cantidad de recursos posibles para los programas sociales y los megaproyectos de infraestructura.
Así que el “terrorismo fiscal”, considerado de esa manera por los grandes y medianos contribuyentes, amenaza con perpetuarse, o por lo menos mantenerse en la siguiente administración.
Posdata 1
El SAT, a cargo de Alejandro Martínez Dagnino, ha dado buenos resultados en cuanto a recaudación, sobre todo en lo que se refiere a grandes contribuyentes. En 2023 obtuvo 2 billones 292 mil millones de pesos de las grandes empresas, lo cual representó 51% de los ingresos totales, mientras que en los primeros cinco meses del 2024 cobró 359 mil millones de pesos de estos contribuyentes, 268% más respecto a los primeros cinco meses del año pasado.
Con estos datos, el pupilo de Raquel Buenrostro y amigo de los hijos mayores del presidente López Obrador también es candidato a repetir en el puesto, aunque en el entorno de Sheinbaum se asegura que va a ser sustituido. No se descarta incluso que si Raquel Buenrostro regresa a encabezar al SAT, Martínez Dagnino retome la posición de administrador general de grandes contribuyentes.
Posdata 2
Malas noticias para la inflación en junio, las cuales se suman a las de la semana pasada, cuando se reportó que la economía se contrajo 0.62% en abril, el peor resultado en los últimos 32 meses.
La caída confirmó que la desaceleración de la economía mexicana puede comenzar a ser estructural, pues de los 19 sectores que considera el IGAE, 11 tuvieron contracciones mensuales en abril, principalmente el comercio mayorista y minorista, es decir que el consumo y el mercado interno van a la baja.
La otra mala noticia se dio este lunes, con el dato de la inflación de la primera mitad de junio, que fue de 4.78% a tasa anual, por arriba del estimado por los analistas y con una inflación subyacente que rompió su racha de desaceleración. Este último indicador es el más importante para las decisiones de política monetaria.
El Banco de México no recortará su tasa de interés este jueves y más bien se espera en su comunicado los integrantes del banco central alerten sobre la desaceleración económica y volatilidad de los precios, sobre todo de productos agropecuarios, que han sido afectados por el clima, la sequía, la inseguridad y otros factores.
Posdata 3
Sobre los perfiles del gabinete económico, mucho se ha hablado de Luz Elena González, la exsecretaria de Finanzas del gobierno de la Ciudad de México, una tabasqueña de las mayores confianzas de Claudia Sheinbaum.
A Luz Elena se le ha candidateado para varios puestos, desde la subsecretaría de Egresos, la jefatura del SAT, la Oficialía Mayor de Hacienda y el sector energético, ya sea al mando de la Sener, o bien en Pemex o CFE. Si bien no se tiene total claridad del puesto que Sheinbaum tiene pensado para su fiel colaboradora, se sabe que la economista por la UNAM le ha externado a la doctora que no se sentiría cómoda en el sector que ha sufrido un cambio estructural durante el actual sexenio, por lo que lo más probable es que sea considerada en Hacienda, como subsecretaria de Egresos, desde donde controlaría el presupuesto federal.