No es adivinanza. Como tampoco es sorpresivo que López Obrador culpe de los problemas de México a otros. Critica a Estados Unidos por suspender los envíos de aguacate. Pero, por lo que se sabe del asunto al momento, solo los incautos y los fanáticos le darían la razón a nuestro primer mandatario.
Y es que ante la retención y agresión a dos de sus inspectores estadounidenses en la comunidad de Aranza, municipio de Paracho en Michoacán, durante una protesta de policías estatales (Guardia Civil) por el recorte a los bonos que reciben por el combate al crimen organizado, el gobierno estadounidense decidió parar la inspección del “oro verde” y, con ello, la exportación a su país. El embajador estadounidense en nuestro país, Ken Salazar, así lo confirmó: la suspensión a la importación de aguacate mexicano es por inseguridad y no por razones fitosanitarias.
“Siempre hay estas medidas unilaterales” dijo, por su parte, López Obrador. Tal vez quería que el gobierno de Estados Unidos hiciera caso omiso de que sus agentes no puedan hacer su labor de inspección en tierra michoacana… Sin embargo, en los países donde aún se respeta el Estado de Derecho y a sus propios ciudadanos y funcionarios, se privilegia la seguridad de estos y se les da facilidades para que desempeñen su trabajo.
¿Cuántas veces no hemos visto en la TV cómo el gobierno federal obradorista y los locales morenistas maltratan y desprecian las solicitudes que hacen sus propias fuerzas de seguridad? O peor aún, ¿el cómo permiten sin más que el crimen organizado se burle de soldados, de elementos de la Guardia Nacional, de policías? Todos ellos, por órdenes superiores, no pueden actuar en defensa propia; es más, no pueden actuar conforme a su deber que es defender a la población. No cuentan con equipo para hacer frente al narco de la región y los que sí lo enfrentan no reciben un reconocimiento justo.
Total, que todo esto estará costando millones de dólares a los aguacateros michoacanos. Parar la exportación significa ¡perder 7.5 millones de dólares al día! El aguacate originario de México (y también de Colombia y de Venezuela que se transporta vía nuestro territorio nacional), ocupa el tercer lugar en valor de exportaciones agrícolas; superado solamente por el tequila y la cerveza. Tan solo en 2023, las exportaciones de aguacate superaron los TRES MIL MILLONES DE DÓLARES. Ese mismo año, Michoacán produjo casi el 73% de todo el aguacate mexicano.
Tal vez cuando los delincuentes que cobran derecho de piso en Michoacán vean que los productores no les pueden pagar por la violencia que ejercen en la región, le ‘bajen tres rayitas’ a su agresividad… Evidentemente estoy pecando de inocente adrede, pero dado que hemos visto que en ocasiones el CO es el primero en entregar a asesinos de turistas o en hacer “concesiones” temporales, como ocurrió en Guerrero con la intermediación de la Iglesia Católica y obispos, pues todo podría suceder…
Lo que es un hecho es que es mala estrategia escatimarles bonos a los policías que le hacen frente al narco. Estos últimos han mostrado tener más poder que el ejército o la Guardia Nacional, por ejemplo al adueñarse del poblado de Tila en Chiapas, mientras el ejército solo servía de transporte para evacuar ¡de sus casas y su pueblo a las familias!
Si algo queda claro es que todo esto que pasa con la industria del aguacate en México y con el poco —a veces nulo— reconocimiento a las instancias encargadas de proveer seguridad pública a la ciudadanía en el país, nada tiene que ver con que Estados Unidos esté en temporada electoral y que por ello tratan de “castigar” a México de alguna manera… Esas con teorías conspiranóicas propias de un gobierno obradorista bananero, más que aguacatero.
A ver si Claudia Sheinbaum —dado que López Obrador no parece tener capacidad de hacerlo— comienza por reconocer que ninguna instancia de gobierno en el país está viendo por la policía local (quienes no pocas veces se corrompen y caen presas de sobornos debido a sus bajos salarios). Además de aceptar que en México existe un problema muy real y muy grande de inseguridad y de pérdida del territorio a manos del crimen organizado.
Agua sube, agua baja. ¿Alguna autoridad mexicana hará algo para que el gobierno estadounidense nos permita reactivar la exportación del aguacate? ¿Y que ese “algo” no sea criticar, quejarse o culpar a los estadounidenses de situaciones propias de México y específicas de Michoacán?