Estamos a nada de regresar al antiguo sistema de partido dominante. A Morena y aliados les faltan dos escaños para alcanzar una mayoría calificada (dos tercios de legisladores) en el Senado. Eso les daría el poder de cambiar la Constitución y dejarla a modo.
Tienen amarrados 83 de los 85 escaños para alcanzar los dos tercios requeridos para lograr esa mayoría constitucional en la Cámara alta, y aún no se da el cómputo final.
En San Lázaro ya tienen esa mayoría. Al bloque oficialista lo proyectan con 365 diputados en la próxima legislatura. Los dos tercios se alcanzan con 334 legisladores.
La experiencia nos muestra que no es difícil “convencer” a dos senadores de la oposición de pasarse a las filas del oficialismo, si las cosas se quedan como están.
He sido testigo de legisladores que se ausentaron del salón de sesiones antes de la votación con el pretexto de “ir al baño” para no votar; hay otros que se reportaron enfermos o simplemente no asistieron para hacer más accesible la mayoría constitucional. Mañas sobran.
* Hoy inicia el recuento en, al menos, 67% de las casillas. Se aplicará el voto por voto. Los resultados se darán a conocer el próximo domingo. Marko Cortés, jefe nacional del PAN, asegura que hay 17 mil 65 casillas que no reportan la votación obtenida por el PAN.
Soy uno de los sorprendidos por la paliza que le dieron a la oposición el pasado domingo. No tengo ninguna duda de que fue una elección de Estado, con el Presidente llevando la batuta.
López Obrador ignoró 52 resoluciones del INE que lo instaban a no meterse en la elección. Sabe que en México no hay jurado que lo declare culpable de ningún cargo.
Fernando Belaunzarán, exdiputado federal y uno de los dirigentes del Frente Cívico Nacional, nos dijo sobre el tema:
“La elección de Estado se fraguó desde que López Obrador tomó posesión y usó sus estructuras de promoción de voto para entregar programas sociales y visitar a los beneficiarios con chalecos del color de su partido a nombre del propio Presidente”.
La intervención del Estado, sin embargo, no explica en su totalidad la gran derrota. Una arrolladora mayoría de mexicanos votó por el oficialismo. Le dio a Morena y aliados el poder de hacer lo que se les dé la gana.
Y si les da la gana, podemos decirle adiós a los contrapesos y la división de Poderes, no más Inai autónomo, ni el INE o el TEPJF. Tendremos una Corte integrada por ministros elegidos en urna y apoyados por servidores de la nación con chaleco guinda. Lo dice el plan C.
* La responsabilidad de la candidata ganadora es mayor. Es la primera mujer que llega a ese altísimo cargo. Tuvo más votos que López Obrador en 2018.
Tendrá que lidiar con el fantasma del “jefe máximo”, pero también cumplir lo que prometió en sus primeros discursos como ganadora: gobernar para todos –no sólo para los que la apoyan– en “paz y armonía”; respetar la división de Poderes y el Estado de derecho.
* La coalición PAN-PRI-PRD se diluye en los hechos. El partido del sol azteca está en terapia intensiva. Se quedó con 2.5% en la elección de Diputados.
Extraoficialmente pierde el registro al no alcanzar 3% de la votación. Jesús Zambrano, su líder nacional, tiene la esperanza de que el recuento de los votos en el INE los salve de desaparecer.
“Es la crónica de una desaparición anunciada. El PRD venía en un proceso lento de extinción en las cuatro últimas elecciones. Iba en descenso de peldaños”, nos dice Carlos Navarrete, expresidente nacional de ese partido.
Cuando dejó la presidencia del partido, en noviembre de 2015, Navarrete dejó al PRD con una votación de 11% en diputados. Bajó a 5.5% en 2018, y a 4.1% en 2021. Este año sólo logró 2% de los votos.
¿Qué pasó?
“El PRD se quedó sin base militante sólida, huérfano de liderazgos territoriales. Todos se fueron a Morena. Se quedó con un pequeño grupo de dirigentes nacionales que terminaron por constreñir al partido a su mínima expresión”, explica Navarrete.
Belaunzarán también espera que el voto por voto que realizará en INE resucite al PRD. Dijo:
“Se requiere una opción socialdemócrata en la boleta. Sin duda, los errores se pagan, pero hicieron bien en sumarse a la alianza. Frente a la amenaza opositora, necesitamos la unidad de los partidos”.
* Después del mensaje de Rogelio Ramírez de la O a inversionistas que andan nerviosos por el resultado de la elección, la bancada de Morena en el Senado sacó un comunicado en el que respalda la permanencia indefinida del titular de Hacienda en el cargo y los compromisos que el titular de la SHCP hizo con el mundo financiero:
Reducir el endeudamiento un rango deuda-PIB sostenible en torno a 3% del PIB, mantener la estabilidad macroeconómica, la prudencia fiscal, promover la inversión nacional y extranjera, y el respeto al derecho de la propiedad, entre otros.