El tercer y último debate presidencial concluyó con discusiones encendidas sobre la política social, inseguridad, crimen organizado, migración y política exterior, así como democracia, pluralismo y división de poderes. Los candidatos intercambiaron posturas y promesas, subrayando sus diferencias y compromisos ante los electores.
Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la oposición, cerró su intervención con un mensaje esperanzador: “VAMOS A GANAR”. Gálvez criticó la actual administración y prometió mejorar las condiciones de México, enfatizando su compromiso con la reforma judicial y el gobierno de coalición. Acusó a la administración actual y a Claudia Sheinbaum de sacrificar la democracia y de mantener vínculos con Arturo Zaldívar en su equipo.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, reafirmó su apoyo a la reforma judicial de la 4T y defendió su historial en la gestión de la CDMX, negando que la democracia estuviera en riesgo. Aseguró que su administración se ha centrado en la atención a las causas de la inseguridad y promovió la idea de eliminar las candidaturas plurinominales para favorecer una representación más directa de las minorías.
Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, se presentó como la tercera opción, enfocándose en una política exterior más autónoma y una nueva política de rendición de cuentas. Enfatizó la necesidad de reformas que garanticen la autonomía del poder judicial y criticó las coaliciones pasadas con el PRI y el PAN.
Los candidatos también abordaron el tema de migración, donde Sheinbaum destacó la importancia de fortalecer los lazos con Estados Unidos y Canadá, mientras Gálvez y Álvarez Máynez criticaron la política exterior actual, proponiendo un enfoque más humano y efectivo hacia la migración.
El debate también tocó la corrupción y la guerra contra el narco, con Sheinbaum recordando los errores de administraciones anteriores y Gálvez etiquetando a Morena como un “narco partido”. La discusión fue intensa, con los candidatos ofreciendo soluciones divergentes para los problemas de seguridad y corrupción que enfrenta México.
El debate fue una plataforma crucial para que los candidatos presentaran sus visiones finales antes del día de las elecciones, marcando un cierre significativo a la serie de debates organizados por el Instituto Nacional Electoral.