Petróleos Mexicanos (Pemex) ha reconocido oficialmente ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) que desde julio de 2023 ha exportado petróleo y productos derivados a Cuba. Según un documento tipo 20-F del año fiscal que terminó el 31 de diciembre de 2023, Gasolinas Bienestar, una subsidiaria de Pemex, ha sido la encargada de estas operaciones, enviando significativos volúmenes de hidrocarburos a la isla.
De acuerdo con el reporte, Gasolinas Bienestar exportó aproximadamente 16.8 mil barriles de petróleo crudo y 3.3 mil barriles de productos petrolíferos diariamente hasta el 30 de diciembre de 2023, sumando un total de 6 mil 300 millones de pesos, alrededor de 400 millones de dólares estadounidenses.
Esta revelación surge tras varios meses de especulaciones y declaraciones contradictorias por parte de funcionarios mexicanos. El 9 de octubre, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, negó ante diputados que la empresa hubiera exportado hidrocarburos a Cuba, a pesar de que la canciller Alicia Bárcena había insinuado anteriormente la intención de cobrar a Cuba por petróleo donado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido el apoyo a Cuba, justificándolo como ayuda humanitaria frente al bloqueo económico que sufre la isla. “En todo lo que nosotros podamos ayudar al pueblo de Cuba lo vamos a hacer… incluido petróleo”, declaró el 16 de octubre.
Sin embargo, las ventas de hidrocarburos a Cuba podrían implicar riesgos significativos para Pemex, advierten expertos. Según Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors, estas transacciones podrían vulnerar leyes estadounidenses, dado que Pemex emite deuda en Estados Unidos y muchos de sus acreedores son estadounidenses. “El hecho de que Pemex realice envíos de combustible a una nación cuyo gobierno está sometido a un embargo comercial por parte de Estados Unidos podría hacerla acreedora a sanciones”, explicó Carranza.
Abril Moreno, de la consultora Perceptia 21, también señaló que cualquier transacción con propiedades expropiadas durante la revolución de Fidel Castro podría incurrir en violaciones de la Ley Helms-Burton, lo cual abriría la puerta a demandas y multas significativas contra la petrolera mexicana.
A pesar de estos riesgos, la respuesta política de Estados Unidos podría ser limitada en el corto plazo, especialmente durante un período electoral. No obstante, la situación sigue siendo una fuente de potencial tensión entre México y Estados Unidos, con consecuencias impredecibles para la relación bilateral y para la estabilidad financiera de Pemex.
Con información de El Universal+