Este domingo, ciudadanos, integrantes de organizaciones civiles y de partidos políticos saldrán a las calles a manifestarse, como lo hicieron ya en tres ocasiones anteriores con la denominada “Marea Rosa” en “defensa de la democracia” y las instituciones electorales. Esta vez, los oradores principales serán los candidatos de la oposición Santiago Taboada, quien busca arrebatarle la CDMX a Morena, y Xóchitl Gálvez, que pretende desplazar a la 4T de la Presidencia de la República. Las tendencias apuntan a que es más alcanzable un triunfo en la capital del país que a nivel federal, pero nada está escrito hasta el 2 de junio.
La manifestación, que tendrá como epicentro la Ciudad de México y se replicará en las principales capitales del país y en algunas del mundo, fue una jugada sagaz de la oposición política, que busca echar su resto para intentar lograr la hazaña de acercarse a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, y que el 2 de junio, en lugar de fiesta, sea un sepulcro para el oficialismo.
En Morena están genuinamente preocupados por lo que pueda suceder el 2 de junio. En la presidencia del partido, en el equipo de campaña de Sheinbaum y en Palacio Nacional no han logrado medir con precisión el llamado “voto oculto” que va a salir a posicionarse el día de la jornada electoral. No saben cuántos millones de mexicanos van a ejercer un voto de castigo contra el oficialismo, sobre todo en las grandes ciudades y estados como la CDMX, el Edomex, Veracruz, Jalisco, Puebla y Nuevo León. En estas seis entidades prácticamente se va a definir la elección federal y resulta que en las seis pueden cerrarse los números.
Y aunque en Morena están haciendo llamados al voto; que cada persona reúna a 10 más para que acudan juntos a votar el 2 de julio, lo que menos les conviene es una participación masiva que supere el 63.4% del 2018, cuando la marca AMLO y su movimiento arrasaron en las elecciones. Eso es lo que se teme en Morena: que los indecisos, los “switchers” y los “enojados” se manifiesten masivamente en contra de Morena el Día D.
El miércoles, Claudia Sheinbaum volvió a mencionar la posibilidad de “fraudes electorales” en las próximas elecciones, tal y como lo ha hecho el presidente López Obrador en no pocas ocasiones. La candidata oficial responsabilizó al PRI y PAN de una eventual compra de votos. “No se les ha quitado las ganas de hacer fraudes electorales, de comprar el voto, eso lo llevan en su sangre, en su ADN, es parte de lo que ellos son”, dijo la morenista.
El llamado a “no confiarse” hace dudar de la distancia de 20 o 30 puntos que presuntamente le saca Sheinbaum a Xóchitl Gálvez, aún cuando las encuestas privadas que mandan a hacer los empresarios, algunos de los más influyentes, marcan, a grandes rasgos, que Sheinbaum ganaría con 50% de la votación, Xóchitl obtendría 30% y Álvarez Máynez, 20%. Sin embargo, todas estas también traen una gran cantidad de indecisos, que supera el 30%.
Quizá por la marcada distancia que arrojan las encuestas públicas y privadas, o bien porque simplemente quieren generar contrapesos y equilibrios, algunos de los más influyentes hombres y mujeres de negocios están operando para que la oposición, en representación de Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, crezca y cierre lo más posible de las tendencias; en el caso de la CDMX la apuesta es a ganar. En Morena tienen registrado esos movimientos, principalmente de figuras del Consejo Mexicana de Negocios y del Grupo Monterrey. Los empresarios no quieren, por ningún motivo, el “carro completo” de Morena. Ni siquiera los más cercanos a Sheinbaum.
Por todo esto es que hay una preocupación real en Morena, la cual se acrecienta con la marcha del domingo, que no busca otra cosa más que incentivar el voto de castigo contra Morena.
Posdata 1
El verdadero Día D en Palacio Nacional será el 3 de junio. El presidente López Obrador saldrá a su tradicional conferencia matutina y hablará de los resultados de las elecciones. Su tono, su semblante y las palabras que utilice serán definitorias para saber cómo le fue a Morena el 2 de junio: si arrasó, como quería AMLO; si no obtuvo la mayoría calificada en el Congreso, o bien si perdió la mayoría simple en la Cámara de Diputados, como anticipan que ocurrirá en la oposición; o si la elección se cerró tanto que vuelve a apelar a un supuesto fraude. Esa reacción del Presidente al que le quedarán poco menos de tres meses de mandato es la que ansían los morenistas… y la que más quiere oír Claudia Sheinbaum.
Posdata 2
De la reunión del martes 30 de abril, en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a legisladores de Morena y sus partidos aliados a Palacio Nacional, se habló poco, pero hubo algunas “joyas”. Además de agradecerles su ayuda para sacar reformas y aprobar decretos, el mandatario les aseguró que se va a retirar de la política y se irá a su rancho de Palenque a escribir sobre las culturas indígenas y cómo se ha transformado la sociedad mexicana hasta los tiempos de la llamada 4T. Quiere dejar una “legado histórico”, según les dijo a las y los diputados y senadores de su movimiento.
También les extendió una solicitud a todos los que van a repetir en las siguientes Legislaturas: les dijo que él había sido lo suficientemente “radical” como para sentar las “bases de la transformación”, pero que ellos tendrían que ser más moderados y moverse hacia el centro, como lo ha dicho sobre Claudia Sheinbaum. La pregunta es si lo dijo convencido y si las y los legisladores le creyeron y le tomarán la palabra.
Posdata 3
Este jueves, el IMSS-Bienestar, a cargo de Alejandro Calderón Alipi, adjudicó a Constructora y Urbanizadora Charger y a Construservicios Navgord el contrato para la reconstrucción de la torre de hospitalización del Hospital General Dr. Manuel Gea González, que lleva Simón Kawa, la cual quedó dañada después del sismo del 2017 y con “un alto riesgo de colapso”.
Con el procedimiento LO-47-AYO-047AYO953-N-2-2024, dichas empresas se harán de un presupuesto de hasta 283 millones de pesos para ejecutar las obras de reconstrucción del inmueble, a pesar de que Constructora y Urbanizadora Charger fue incluida en 2021 en un listado de empresas contratadas durante el interinato de Guillermo Pacheco Pulido en Puebla, con las que se habrían desviado hasta 500 millones de pesos.
En cuanto a Construservicios Navgord, resultó ser la empresa más beneficiada con contratos de obra pública en la administración del finado Miguel Barbosa Huerta, pues sumó 134 millones 207 mil pesos mediante cinco contratos.