El encargado de despacho de la Fiscalía de la Ciudad de México, Ulises Lara, junto con al jefe de la Policía Capitalina, Pablo Vásquez, aseguraron que no existe un cementerio clandestino ni crematorio clandestino en el paraje ubicado en las inmediaciones de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac como lo denunció la buscadora, Ceci Flores en sus redes sociales.
“Estoy en condiciones de informales que de acuerdo con los dictámenes antropológicos realizados científicamente, los 14 elementos óseos encontrados en el lugar, son de origen animal, particularmente de la especie canina y ninguno de ellos corresponde a persona alguna”, dijo Ulises Lara en un mensaje a medios.
El funcionario puntualizó que los especialistas realizaron estudios a las cenizas encontradas en el lugar y revelaron que todo lo que se quemó corresponde a restos de animales y a diversos materiales como plásticos, llantas y basuras, destacando que tampoco corresponden a restos humanos.
“Me gustaría precisar que luego de una inspección aérea se puede establecer que la zona se encuentra cerca de un pueblo y colonia y es de fácil acceso, lo que se traduce en que no es una zona que pueda utilizarse para quemar cuerpos sin que nadie se dé cuenta.
Además, el humo y el olor, al ser una zona abierta, podría poner en alerta a la población. Asimismo, el fuego no se mantiene a la temperatura que se requiere para quemar un cuerpo y debe alcanzar de los 760 a los 1150 grados centígrados”, continuó el antiguo vocero y ahora fiscal en turno.
Por su parte, el secretario de seguridad ciudadana, Pablo Vázquez, reveló que en el mismo lugar, la policía en compañía de la Comisión de Búsquedas y de otros colectivos buscadores, ya habían “peinado” ese lugar en tres ocasiones diferentes, en las cuales aseguró, nunca encontraron rastros de cuerpos enterrados clandestinamente ni indicios de que fuera un crematorio clandestino.
El martes 30 de abril, un grupo de búsqueda de personas desaparecidas localizaron un área utilizada como, lo que denominaron “un crematorio clandestino” en donde se encontraron 30 cadáveres de perros, así como osamentas, además de libretas, ropa y zapatos de niños y mujeres.
El hallazgo fue reportado en las redes sociales de la líder del grupo de madres buscadoras de Sonora Cecilia Patricia Flores Armenta, quien destacó que el lugar se encuentra en los límites de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac.
“Nosotros trabajamos por llamadas, pitazos de lugares en donde posiblemente hay desaparecidos. En la Ciudad de México fuimos alertadas de que hay 14 puntos en donde posiblemente hay fosas clandestinas, con cuerpos de nuestros desaparecidos, y este es uno en el que decidimos buscar por la zona en la que se encuentra”, comentó Ceci Flores en entrevista para EL UNIVERSAL.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó que tras la publicación en redes sociales por el posible hallazgo de restos humanos en un paraje entre Iztapalapa y Tláhuac, se abrió una carpeta de investigación por “noticia criminal”.
Por ello, la Fiscalía de Investigación y Persecución de los Delitos en Materia de Desaparición Forzada de Personas y la Desaparición Cometida por Particulares y Búsqueda de Personas Desaparecidas (FIPEDE) aprobó la intervención de peritos.
Los elementos de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales se desplazaron al lugar para la búsqueda de indicios en espera de los dictámenes correspondientes que determinarán mayores detalles de lo hallado.
El miércoles 1 de mayo, por medio de su cuenta de X (antes Twitter), Flores Armenta recordó que ha localizado más de 2 mil 700 restos, por lo que “no necesita que se estudien los huesos” encontrados en Iztapalapa.
“Sé a qué huele la muerte y cómo se acarician los huesos que se vuelven cenizas de quien un día respiró. No necesitamos que estudien los huesos de los perros, gatos y lagartijas atoradas en el barranco que tiene 100 metros de profundidad”, escribió.