¿Quién es el primero en poner en entredicho las elecciones? ¿Quién es el que no va a dejar el poder? Ya Saben Quién.
Sospechas tuve siempre, certidumbre desde hace tres años. Hay voces —mismo críticas— que aún abrigan la duda o la esperanza. Yo no; de hecho, cada día estoy más convencida.
López Obrador, desde las mañaneras, se ha referido a un ‘golpe de Estado técnico’ en al menos 150 ocasiones. Sí, las he contado. Si ganara la oposición, él no reconocería la derrota. Al menos no en las contiendas a cargos y funciones más significativos. ¿Cómo cuáles? El Congreso, CDMX, Veracruz, la Presidencia de la República, por supuesto.
Y hay otros que no ayudan, quienes incrementan la incertidumbre sobre las elecciones. Como la no tan nueva cabeza del INE, mujer e institución que han hecho a autonomía, imparcialidad; pareciera que ahora siguen los dictados de Palacio Nacional.
Miren que eso de ser citados a comparecer a Palacio Nacional y acatar sin el menor reparo…
Elementos que podrían poner en entredicho las elecciones se multiplican; son ya demasiados. López Obrador ha apostado a ello y conocemos de sobra que a él no le gusta perder. Reventar las elecciones o provocar sean impugnadas, para el caso da lo mismo. Violaciones electorales sistemáticas, rebases a topes de gastos de campaña… esto no pinta bien. Nada bien.
Así que no, no es la primera vez que lo digo, pero tal vez sí la última: Andrés Manuel desconocerá las elecciones. Ya lo ha hecho antes y lo volverá a hacer.
Y que quede claro, si para ello tiene que reventar los logros de los mismos abanderados morenistas, que así sea.
¿Triunfos muy apretados?, pretexto para gritar “fraude” y asirse a la silla; ¿triunfos holgados? con mayor razón.
La victoria de Sheinbaum y mayorías calificadas en las cámaras legislativas significará que él gobierne a través de esta rama del Estado y haga a un lado a la presidenta. Su marioneta será dispensable.
López Obrador no sabe acatar el mandato democrático ni en las urnas ni en el ejercicio de gobierno. ¿Por qué lo habría de aprender ahora?
La interferencia del gobierno obradorista ha tenido lugar desde mucho antes de iniciarse las campaña, llegando hasta la utilización de la Guardia Nacional para quitar propaganda de partidos políticos de oposición. Una ilegitimidad seguida de otra y otra y otra ha sido el obradorismo. Desafortunadamente, de movilización del voto Morena sabe mucho más y está mucho más coordinado. Ayudan, y no poco, todos los recursos y todos los apoyos del Estado que el régimen tiene a su disposición.
¿Los mexicanos quieren ser rehenes de unos cuantos para siempre? ¿Una copiosa votación hace el panorama más promisorio?
Me temo que la mesa está puesta para la sombra del descrédito casi para cualquier ganador, sea este del partido que sea. Impugnar la elección (no importando qué partido lo haga) nos pone en la puerta de una crisis política hace mucho no se ha visto en México.
La 4t no ha permitido que el Senado nombre a dos magistrados faltantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por lo que este opera únicamente con cinco en lugar de siete magistrados como lo establece la Constitución. La función primordial de calificar la elección presidencial por parte del Tribunal queda trunca. Pues el Art. 187 de la Ley Orgánica del TEPJF dice: “Para hacer la declaración de validez y de presidente electo de México, o para declarar la nulidad de tal elección, la Sala Superior deberá sesionar con la presencia de por lo menos seis de sus integrantes”. Ahora se plantea llamar a quien en la sesión de calificación de las elecciones funja como sexto o sexta magistrada.
Las elecciones en entredicho, cortesía de la 4t.
Tres en Raya
-Las ciudades donde hubo apagones son las que la 4t puede perder. ¿Coincidencia o recordatorio de que Manuel Bartlett sabe cómo tirar los sistemas?
-Muchos elementos que le llevarán a dinamitar los resultados, ¿no creen? Y eso que no mencioné ni el papel del Ejército, ni de la Guardia Nacional, ni del Crimen Organizado…