En las filas de Morena, y de sus partidos aliados, abundan personajes que dejaron las filas del llamado “PRIAN” para sumarse al grupo político que hoy tiene las riendas del país. Todos, por conveniencia o supervivencia, llegaron a ofrecer sus servicios y estructuras de operación al partido que fundó Andrés Manuel López Obrador. Ahora ven su futuro y salvación en la candidata presidencial Claudia Sheinbaum. No obstante, se dice que sólo una persona, la expriista Alejandra del Moral, ha logrado impresionar a la posible próxima jefa del Ejecutivo, quien la recibió hace unos días y escuchó su propuesta de colaboración.
La excandidata al gobierno del Estado de México se enfrentó el año pasado a la actual gobernadora Delfina Gómez, y de iniciar la contienda con 20 puntos porcentuales debajo de la morenista cerró la brecha en poco tiempo para alcanzar a colocarse a menos de 8 puntos en la votación final, sin el apoyo de su partido político, del gobierno estatal ni de los partidos aliados, el PAN y el PRD.
Desde el momento de su nombramiento como candidata, Del Moral tenía la suerte echada: el PRI de Alejandro Moreno empujaba la candidatura de Ana Lilia Herrera, mientras que ella era la apuesta primaria del gobernador Alfredo del Mazo. Al imponerse el poder del mandatario perdió el apoyo del partido a nivel nacional, y después se daría cuenta que el personaje que decía haberla apoyado en realidad la estaba mandando a la derrota; sólo así puede explicarse que una buena parte de las 800 mil beneficiarias del programa “salario rosa” hayan votado, por consigna, por Morena.
Según algunos especialistas en tendencias, de haber durado la campaña un par de semanas más, Alejandra del Moral habría podido ganar. También lo habría hecho si los partidos que la abanderaron como aliados hubieran cumplido con la cantidad de votos que le prometieron. El PAN, por ejemplo, había ofrecido más de 800 mil votos y sólo entregó 700 mil de sus estructuras y bastiones; quizá esto explica la buena relación que hoy tiene la gobernadora Delfina Gómez con Enrique Vargas, quien se enfocó únicamente en ganar para la alianza el municipio de Huixquilucan. El PRD sólo entregó 180 mil sufragios y los otros 1.7 millones los ganó Del Moral en la campaña.
Aun con esos resultados, el PRI no consideró darle una recompensa. Alito no le ofreció más que una candidatura para una diputación plurinominal en la posición número seis, insuficiente para asegurar su llegada al Congreso. Del Mazo fue un poco más generoso: la apoyó para cubrir todas las deudas que dejó la campaña y, con ese patrocinio, pudieron incluso salvar la sede del tricolor en el Edomex, la cual tuvo que hipotecarse en su momento para sacar adelante una campaña austera que se operó plenamente con equipos externos.
Finalmente, el reconocimiento al trabajo de Alejandra del Moral vino de quien menos se lo esperaba: de la mujer que puntea las encuestas para llegar a la Presidencia de México. Hace unas semanas, Sheinbaum envió a Mario Delgado a contactar a la todavía priista; le pidió concertar una cita que tuvo lugar el viernes pasado. Conversaron de poco más de hora y media. Se volvieron a encontrar el fin de semana en Mérida, Yucatán, en donde convinieron que no harían esos encuentros públicos sino hasta que Del Moral renunciara al PRI, lo cual sucedió este lunes por la mañana. En los próximos días se hará público que la expriista ha sido invitada a integrarse al eventual gabinete de Sheinbaum –en caso de ganar la Presidencia–, aunque no se sumará formalmente al partido. Todo con la venia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Posdata 1
La prioridad para la siguiente administración federal, y para las bancadas de Morena, Partido Verde y PT en el Congreso federal, será la reforma judicial. El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere que se vote en septiembre, su último mes como jefe del Ejecutivo federal.
Sin embargo, la iniciativa de reforma que se envió a la Cámara de Diputados, la cual no se sometió a votación en la presente Legislatura por falta de quórum, podría sufrir modificaciones, entre otras cosas porque uno de sus principales promotores, el ministro en retiro Arturo Zaldívar, ha caído en desgracia.
En los pasillos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) corre la versión de que la ministra Yasmín Esquivel ya propuso una nueva iniciativa a la candidata Claudia Sheinbaum para lograr una reforma judicial que sí transite en el Congreso, con las fuerzas de oposición, y que satisfaga al gremio de la abogacía, que se ha mostrado abiertamente en desacuerdo con el borrador que se envió de Palacio Nacional.
La reforma de Esquivel Mossa es mucho más light que la de AMLO, puesto que no implica desaparecer a la Corte, sino dividirla en dos: un alto tribunal constitucional, que se seguiría llamando SCJN, y un Consejo de la Judicatura Federal independiente de la Presidencia de la Corte. La ministra se jacta de que solo persigue el ideal de Jorge Carpizo y de otros juristas eminentes.
Habría entonces dos cabezas de la cúpula del Poder Judicial: la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para la que se propone ella misma –toda vez que su primer intento de ser la cabeza del máximo tribunal fracasó por las acusaciones de plagio de sus tesis– y una presidenta o presidente del Consejo de la Judicatura Federal, que en primera instancia se proyecta que sea la ministra Lenia Bátres, aunque si esta no es aceptada por su radicalismo de izquierda, se tiene como segunda opción al ministro Alberto Pérez Dayán.
Así la propuesta que Yasmín Esquivel habría deslizado a la candidata presidencial puntera, quien, tras la caída de Zaldívar y de Ana Laura Magaloni, su otrora incondicional, ahora no tiene claro quién será su principal asesor o asesora jurídica, más allá de Salvador Nava.
Posdata 2
Según las mediciones de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, Sonora se ha convertido en una de las principales vías de tránsito de estupefacientes, por lo que el gobernador Alfonso Durazo ha solicitado un despliegue masivo de elementos castrenses para hacer labores incluso de seguridad pública. De 2019 a la fecha, la violencia desplegada en la zona ha obligado a triplicar la presencia de militares, para llegar a una cifra cercana a los 3 mil efectivos.
En los últimos años, a Sonora se le aumentaron casi 30% los recursos provenientes del Convenio de Coordinación en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es decir, unos 350 millones de pesos adicionales provenientes del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de la Federación. Aun así, la entidad cuenta únicamente con 1,500 policías estatales; 0.5 por cada mil habitantes, colocándose como la octava entidad con la tasa más baja en esta materia en todo el país.
Los resultados en seguridad pública tampoco han mejorado: durante las conferencias de prensa de Palacio Nacional, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, ha expuesto que en los últimos años Sonora ha aumentado sus tasas de homicidios dolosos por encima de la media nacional (216 homicidios por cada 100 mil habitantes), ocupando la séptima posición en el país. Según estos datos, las tasas de secuestros y extorsiones también han aumentado.
A esto se suma que Sonora ocupa el noveno lugar entre los estados con mayores índices de asesinatos de policías. Junto a Oaxaca, es de los dos en los que más homicidios dolosos se cometen contra activistas medioambientales, y la entidad forma parte de las seis con mayores índices de desapariciones en todo el país. En este escenario de resultados desastrosos, la secretaria de Seguridad Pública local, María Dolores del Río Sánchez, renunció a su cargo para competir como candidata a la alcaldía de Hermosillo.
Posdata 3
Ahora que Estados Unidos está por dar un paso importante hacia la legalización plena de la marihuana, con la reclasificación de ésta como una droga menos peligrosa (de bajo riesgo), la cual fue propuesta por el gobierno de Joe Biden y aprobada por la agencia antinarcóticos (DEA), en México se abre la puerta para retomar la discusión política, legislativa y social.
La legalización del cannabis en México tendría múltiples beneficios, empezando por el electoral. Se estima que en México hay alrededor de 10 millones de consumidores de cannabis. La legalización del cannabis podría convertirse en un tema político relevante. Esto podría influir en la agenda política y en la elección de candidatos.
La legalización del cannabis también podría ayudar a combatir el narcotráfico en México. La marihuana es una de las drogas ilegales más consumidas en el país (en Estados Unidos, hace unos días, superó por primera vez el consumo del alcohol diario entre su población) y su regularización podría privar a los carteles de una importante fuente de ingresos, además de reducir la violencia asociada al narcotráfico.
La regulación del cannabis también permitiría un uso más seguro y controlado de la planta con fines medicinales. El cannabis tiene propiedades como analgésico, antiinflamatorio y antiemético, que podrían ser beneficiosas para pacientes con diversas condiciones médicas. Una regulación adecuada podría contribuir a aliviar la carga del sistema de salud pública en México.
Asimismo, la legalización del cannabis reduciría el número de arrestos y procesamientos relacionados con el tráfico y consumo de esta droga, lo cual permitiría que el sistema judicial mexicano se enfoque en delitos más graves y en la mejora de la seguridad pública, en lugar de destinar recursos a casos relacionados con cannabis. Algunas de estas propuestas han sido impulsadas por candidatos como Salomón Chertorivski, quien contiende por la jefatura de Gobierno de la CDMX abanderado por Movimiento Ciudadano.
Por último, el tema económico. Se abrirían nuevas oportunidades de negocio, con la creación de una nueva industria del cannabis, incluyendo el cultivo, la venta minorista, la investigación y desarrollo de productos derivados del cannabis. El cannabis podría generar una fuente significativa de ingresos fiscales para el gobierno a través de impuestos sobre las ventas.