Sonora se ha convertido en una de las principales rutas para el tránsito de estupefacientes, según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Ante esta situación, el gobernador Alfonso Durazo ha solicitado un despliegue masivo de elementos castrenses para realizar labores de seguridad pública. Desde 2019, la violencia en la zona ha obligado a triplicar la presencia militar, alcanzando aproximadamente 3 mil efectivos.
En los últimos años, los recursos destinados a Sonora desde el Convenio de Coordinación en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Pública han aumentado casi un 30%, sumando unos 350 millones de pesos adicionales del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de la Federación. A pesar de esto, la entidad solo cuenta con 1,500 policías estatales, lo que representa 0.5 por cada mil habitantes, situándola como la octava entidad con la tasa más baja del país.
Los resultados en seguridad pública no han mejorado. Durante las conferencias de prensa en Palacio Nacional, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, informó que Sonora ha incrementado sus tasas de homicidios dolosos por encima de la media nacional, con 216 homicidios por cada 100 mil habitantes, ocupando la séptima posición en el país. Las tasas de secuestros y extorsiones también han aumentado.
Además, Sonora ocupa el noveno lugar entre los estados con mayores índices de asesinatos de policías. Junto a Oaxaca, es uno de los estados con más homicidios dolosos contra activistas medioambientales y forma parte de los seis estados con mayores índices de desapariciones en el país. En medio de estos resultados desastrosos, la secretaria de Seguridad Pública local, María Dolores del Río Sánchez, renunció a su cargo para competir como candidata a la alcaldía de Hermosillo.