Así como en el futbol, también en la política se puede ganar, mismo yendo contra un árbitro parcial y una cancha dispareja, solo que requiere mucho más esfuerzo. En eso se resume jugar en un campo con ilegal desventaja. Hoy, los “jugadores” y “aficionados” de la oposición en México enfrentan a un árbitro que tan abiertamente actúa en favor de Morena que ni siquiera soporta que los ciudadanos puedan vestirse de rosa mexicano para ir a protestar en defensa… ¡del árbitro mismo! y del cumplimiento de las reglas acordadas para la contienda.
El que un ciudadano pueda o no utilizar ropa de cualquier color esboza en su magnitud la intransigencia y lo sesgado de quien debería ser un árbitro imparcial en los comicios electorales venideros y en cualquier otro más adelante. Decir que el Instituto Electoral trabaja para el régimen y el partido en el poder, y que los electores que darán su voto en favor de la oposición se encuentran en la indefensión en estos comicios electorales no es una baladronada. Es apenas un ejemplo de lo que estamos viviendo.
Eso incluye muchas inequidades. El INE encuadra a Xóchitl dentro de un acto de violencia de género porque esta llama ‘narco candidata’ a Claudia Sheinbaum, pero la abanderada oficialista sí puede llamar corrupta a la candidata rosa de la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’, y no hay ningún tipo de sanción.
Durante el tercer y último debate presidencial, tres veces en la transmisión del INE dejaron fuera de cuadro a Xóchitl, poniendo solo a Claudia y a Jorge en la pantalla. Malabar y medio tuvieron que hacer con las cámaras, la edición y la transmisión, puesto que la candidata que estaba en medio de los otros dos aspirantes era Xóchitl, ¡precisamente a quien recortaron de escena!
¿Qué decir de la reunión que sostuvo Guadalupe Taddei con el presidente AMLO en Palacio Nacional hace pocos días? ¿Con qué objeto?, ¿por qué citaron a la consejera electoral? La información que se ofreció a la ciudadanía fue poca y confusa, abonando más a la percepción de que el INE ha dejado la imparcialidad. ¡Qué no se reúna Norma Piña con los líderes del PRI y magistrados electorales porque entonces medio régimen se rasga las vestiduras…!
O que se conozca la falta de apoyo del órgano a sus propios empleados, esos que recorren la República para capacitar a quiénes serán funcionarios de casilla. Ello muestra no solo al árbitro parcial, es también una falta de compromiso hacia sus propios trabajadores y hacia todos los ciudadanos que dan su tiempo para conformar las mesas de casilla.
Son ya incontables las veces que el INE ha mostrado su doble rasero en el continuo proceso que significa asegurar la equidad en la contienda. Muchos tibios señalamientos a López Obrador relativos a lo que debe quitar de sus redes sociales y canales gubernamentales de difusión pública (y mismo eso es una ínfima parte de todas las violaciones electorales que AMLO ha hecho de la norma), pero no hay una amonestación ni mecanismos que de alguna forma intenten compensar los efectos del ilegal proselitismo que el presidente de la República y no pocos de sus colaboradores han hecho en favor de Morena.
Eso sí, se esmeran en hacer cumplir la absurda ley electoral cuando esto es en detrimento de la oposición. Tal es el caso del asunto Lilly Téllez, al determinar que Grupo Fórmula debía sacarla del aire por lo que resta del proceso electoral (dos semanas…).
La elección de Estado se construye diariamente al tener todos los medios de información plegados a lo que el presidente de la República desea. ¡Qué lejos ha quedado aquello de ‘la sana distancia’! El primer mandatario y Morena inmiscuidos a tal grado en las elecciones, que las controlan.
El INE está actuando desproporcionalmente contra una candidata y unos partidos, mientras permite el proselitismo por parte de los actores de gobierno.