Andrés Manuel López Obrador es el único presidente de México que ha mantenido como parte de su discurso el golpe de Estado técnico, cubriéndose así de los riesgos de una, hasta hoy no considerada, derrota electoral el próximo 2 de junio.
Y no es que ni de lejos exista esa ficción que arguye, pero él, en política, juega en todos los escenarios, posibles e imposibles, para protegerse de cualquier imprevisto.
En más de 150 ocasiones se ha referido al golpe de Estado técnico, que para él sería un triunfo de la oposición, que nunca reconocería, y para lo que opera.
¿Cómo? Violando la Constitución y las leyes que de ella emanan que le impiden intervenir en el proceso electoral a fin de, en caso de perder las elecciones, impugnar la ilegalidad ¡por sus mismas violaciones a la ley!
Y le doy estos datos: cuando hoy faltan 23 días para las elecciones, el Tribunal Electoral ha resuelto que López Obrador ha violado la ley y la Constitución en 17 ocasiones en sus mañaneras. En contraste, se tiene una declaración del mismo tribunal contra Felipe Calderón, en 2012, y 12 denuncias contra Enrique Peña Nieto, en 2018, de las que ninguna procedió.
Él mismo ha aceptado esta estrategia al punto de llegar a decirle al Tribunal que le ordenó editar sus mañaneras, que le explicara cómo hacerlo porque él no sabía, lo que es una burla, para luego pedirle que le explicara cómo editar y luego dijo que las bajaría de sus redes al día siguiente, lo que es intrascendente, pues la transgresión estaría consumada.
Por todo esto, su objetivo es provocar tal número de violaciones a la ley electoral y a la Constitución en este proceso, que estaría en condiciones de pedir la anulación del proceso de no resultar a su favor y desatar un conflicto constitucional y social de dimensiones inimaginables, invocando el golpe de Estado técnico.
Porque es capaz de todo, sabiendo el riesgo que corre de no ganar las elecciones.
RETALES
1. APAGONES. Ayer el Presidente se refirió a los apagones como algo transitorio, pero a las cuatro horas la Cenace emitió su tercera alerta consecutiva desde el martes. Y sí, es el calor, pero también la limitada producción de energía eléctrica en la 4T;
2. SECRETO. El gobierno de Ciudad de México mantuvo la reserva de tres años de los análisis del agua contaminada en la Benito Juárez, lo que confirma la infección. De otro modo, no la hubieran mandado al secreto y menos en elecciones; y
3. TEMOR. El magistrado Alberto Roldán iba hoy a una entrevista en mi programa de Grupo Fórmula, pero su abogado me dijo que era necesario reprogramarla para poder garantizar su integridad física. Mientras tanto, el brazo derecho de Arturo Zaldívar, Carlos Alpízar, mantiene su cargo y protección en la Secretaría de Gobernación, lo mismo que Ignacio Ovalle.