Un politólogo puede salirse de la política, pero la política nunca saldrá del politólogo. Hace años que Agustín Basave (Monterrey, 65 años) se retiró de la primera línea de los partidos en México, sin embargo, sigue teniendo buen olfato para explicar como analista el clima que se respira en su país de cara a las próximas elecciones. El próximo 2 de junio, es muy probable que México elija a la primera presidenta de su historia: Claudia Sheinbaum, del partido Morena o Xóchitl Gálvez, del Partido Acción Nacional (PAN). Académico, exdiputado, diplomático y periodista, fue embajador en Irlanda de 2001 a 2004 y presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) entre 2015 y 2016. “Un politólogo como yo sigue haciendo política en las aulas, en las conferencias, en los artículos que escribo y en las entrevistas”, afirma en el restaurante de un hotel de Ciudad de México, donde tiene lugar el encuentro con este diario.
Pregunta. ¿Cómo ve las próximas elecciones?
Respuesta. Pues la veo difícil para la oposición. No porque crea en las encuestas que dicen que Claudia Sheinbaum va arriba 800 puntos, sino porque creo que lleva cinco años de ventaja, promoviéndose con todo el apoyo de un presidente popular.
P. ¿Cree que Sheinbaum va a ganar las próximas elecciones?
R. No lo sé. Creo que tiene un poco más de probabilidades. Yo te diría un 60- 40 respecto a Xóchitl Gálvez. Eso me lleva a la segunda parte de mi respuesta: en términos de análisis político, la veo difícil para la oposición porque sé que el presidente de la República va a hacer todo lo posible, legal o ilegal, para que Sheinbaum gane. Esta va a ser una elección de Estado.
P. ¿A qué se refiere?
R. Creo que López Obrador va a utilizar todo el poder de la presidencia y todo el poder de él para que gane su candidata. Él es poderoso como presidente por los instrumentos que tiene, pero también es poderoso por ser quien es y tener el arrastre que tiene con su propia base social.
P. ¿Qué opina de Claudia Sheinbaum como candidata?
R. No es una buena candidata. Es una mujer inteligente y preparada, pero no es carismática. No es una mujer que despierte emociones en la gente. Nunca tendrá el carisma de López Obrador, ni de lejos. Va arriba en las encuestas, no creo tanto como dicen, pero va arriba. Siente que lo que debe hacer es llevarla con mucho cuidado, como el corredor de un maratón que va adelante y ya en los últimos kilómetros no quiere arriesgarse. Está con mucha cautela, con mucho cuidado. Mientras que Xóchitl, que está un poco atrás, está apretando el paso y arriesgándose fuerte.
P. ¿Cómo ve a Xóchitl Gálvez como candidata?
R. Creo que es más carismática. Hasta ahora ha apelado al voto duro de la clase media, anti López Obrador, anti 4T. Creo que debería moverse para ganar a esos indecisos que puede que simpaticen con López Obrador, pero no necesariamente con Claudia o con el segundo piso de la 4T.
P. ¿Y Sheinbaum debería buscar a la clase media?
R. Sí, pero creo que no lo hará nunca porque López Obrador no lo va a permitir. Las dos candidatas, hasta ahora, han apelado a sus respectivos votos duros. Claudia al voto duro obradorista y no se sale de ahí porque supongo que creen que cualquier matiz es una crítica, una rebelión. Sabe que apelar a la clase media no le va a gustar a López Obrador. Entonces ella está apelando al voto duro, pensando que eso va a ser suficiente para ganar.
P. ¿Cree que a Sheinbaum le van a votar 30 millones de mexicanos como a López Obrador?
R. Creo que le van a votar más.
P. ¿Qué opina de la coalición PRI-PAN-PRD que representa Xóchitl Gálvez?
R. Esa coalición es un mal necesario. A mí nunca me gustó la idea de que estuviera el PRD. Yo soy converso y como buen converso, tiendo al fanatismo. Yo fui priista y me he vuelto antipriista. Me hubiera gustado una coalición de PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, por ejemplo. Ahora, hay que recordar que a Xóchitl no la querían los partidos. Se les impuso por su popularidad y los partidos la aceptaron a regañadientes.
P. Qué difícil situación para una candidata, ¿no?
R. Creo que es una oportunidad para que Xóchitl descanse sobre todo en la sociedad civil. Debe ser la candidata de la sociedad civil y apelar a la reconciliación de la gente. A los mexicanos no nos gusta la confrontación y creo que mucha gente está cansada de la polarización que el presidente ha alimentado todos estos años.
P. ¿Cree que a Sheinbaum le avala su gestión como jefa de Gobierno en Ciudad de México?
R. Sí, no creo que haya hecho una mala gestión en la Ciudad de México. Tiene problemas y escándalos como el de la caída del metro, donde habría que discutir si fue culpa de ella o de Ebrard, pero en general no me parece que haya salido con una mala calificación o con una tasa de aprobación baja. Además tiene las credenciales que le da el 60% de aprobación de López Obrador. Ella es la oferta de la continuidad y a una parte de la población eso le gusta.
P. ¿Y qué le faltaría entonces?
R. Yo supongo que ella tiene ideas propias, pero el presidente o el régimen no le permiten expresarlas. López Obrador ha hecho lo necesario para que cuando él se vaya a su rancho, la silla presidencial sea una silla eléctrica. Si alguien hace algo que no le gusta, se viene la descarga que es la revocación de mandato. Está muy claro todo lo que él quiere que se haga. Ya dejó hasta 20 iniciativas de reformas. Le fijó la agenda a Claudia.
P. ¿Y cómo ve las propuestas de Gálvez?
R. El problema de las elecciones es que no se ganan con propuestas, sino con una fuerte dosis de emoción. En campaña hay que tocar la fibra sensible de la gente, no las neuronas. En estos tiempos que vivimos, la gente está enojada. Así llegó Morena al poder. Mucha gente estaba enojada por la corrupción de Peña Nieto y voltearon a ver a López Obrador que desde hace muchos años venía señalando eso. Ahora creo que López Obrador ha tratado de mantener enojada a la gente para que vuelvan a elegir a Morena, pero desconozco qué emociones dominan a la gente ahora. Creo que es buen momento para que Xóchitl llame a la reconciliación y la esperanza.
P. ¿Qué emociones cree que se respiran esta campaña?, ha apelado mucho a la Seguridad…
R. Sí, porque hay miedo. Y el miedo es una emoción. La gente tiene miedo con toda razón porque el país está en una situación crítica en términos de violencia. Creo que está priorizando el problema más apremiante de México: el de la inseguridad y la violencia.
P. ¿Qué opina de Morena después de López Obrador?
R. No creo que Morena saque mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
P. ¿Les ve muy enfrentados internamente?
R. Sí, claro. Morena se parece mucho al PRD que yo presidí: es un conjunto de tribus. La única diferencia es que en el PRD eran tribus reconocidas estatutariamente. Morena después de López Obrador va a ser un polvorín y su gran desafío será institucionalizarse, pero Claudia no tiene la fuerza propia para controlar eso y para ser la nueva árbitra.
P. ¿Y cómo ve al PRD actualmente?
R. Muy disminuido. Yo creía que el suicidio era antinatural hasta que conocí el PRD.
P. ¿Por quién va a votar en las próximas elecciones?
R. Por Xóchitl Gálvez.
P. ¿Y lo podemos poner en la entrevista?
R. Sí. Un politólogo tiene que hacer análisis y un esfuerzo de objetividad a la hora de analizar. Creo que la democracia precaria que tenemos en México está en riesgo. Creo que López Obrador está construyendo una autocracia y un regreso al partido hegemónico otra vez y que coquetea con un pensamiento único. Eso sí me preocupa mucho.
P. ¿Por qué ha decidido votar por Xóchitl Gálvez?
R. Porque le veo carisma y frescura. Porque hizo carrera cerca del PAN, pero no es panista. Quiero que quede muy claro que yo no trabajo para la campaña de Gálvez y que solo la he visto dos veces en mi vida, pero creo que tiene don de gentes, les llega a las personas, es una mujer que viene de una familia pobre y no le conozco ningún escándalo de corrupción, pese a la campaña de lodo que le ha lanzado López Obrador.