Es hora de un verdadero cambio: Partidos políticos sin subsidios. O sea destinar las prerrogativas partidistas a verdaderas causas sociales, como las pensiones a personas de la tercera edad.
El subsidio gubernamental, que tiene su origen en contribuciones ciudadanas vía impuestos, sirve para mantener burocracias partidistas y en campañas para financiar el proselitismo de candidatos y, en el colmo de los colmos, agradar a votantes con presentaciones de cantantes y grupos musicales.
Todo con cargo a los mexicanos, que en su mayoría odian a los partidos políticos.
Por eso una verdadera reforma sería cambios constituciones para dejar de mantener a los partidos y sus cúpulas, el verdadero poder en el sistema político mexicano.
Urge ciudadanizar a los partidos.
La palabra, obviamente, la tiene la próxima presidenta.
¿Quién se aventaría el tiro de dejar que los partidos se rasquen con sus uñas?
Ahí está el detalle, diría Cantinflas.
Pero claro usted, caro lector, tiene la razón.
Seguro ya escogió a su candidata y próxima presidenta.
En este punto debemos recordar que en 2018 los mexicanos votaron por un grupo de hombres y mujeres que prometían manejar con honestidad los bienes de la nación. Hoy, al rendir cuentas, esos administradores resultaron más corruptos que sus antecesores. Con un agregado cultural: Fueron muy maletas para hacer su chamba.
Hoy, al cierre de campañas que ya tenían harta a una población mayormente apartidista, el contribuyente cautivo se encuentra con la novedad de que sus impuestos se destinan a pagar conciertos musicales.
En este derroche con cargo al erario hay para todos los gustos. Usted observe para cualquier cierre de campañas y encontrará a su artista favorito.
Claro, el que se voló la barda fue el candidato de Movimiento Ciudadano con su “Máynez Capital Fest”, que debió pagar hasta por utilizar el nombre por ser marca registrada.
Bueno, aparte hay que canalizar su frustración, caro lector, hacia otro detallito: El actual proceso electoral fue el más violento de la historia. Llovieron balas y agresiones contra candidatos y candidatas. Hubo muertes, lamentablemente. ¿Pero quién contrató a los prospectos a candidatos?
Obviamente los partidos políticos.
Ellos son corresponsables de esta violencia electoral
Al final solo nos queda reflexionar sobre el tema.
Y esperar la aparición de un verdadero partido ciudadano que venga a sentar las bases de una verdadera reforma: Ciudadanizar a los partidos políticos.
La opción más cercana es la famosa Marea Rosa, afín a Xóchitl Gálvez, quien, gane o pierda la elección presidencial, necesitará de un partido políticos. Si gana, para tener su propia bancada a la mitad de su eventual sexenio. Y si pierde, como arma de defensa y desempolvar la revocación de mandato.
Así como AMLO construyó Morena a su imagen y semejanza, así Xóchitl podría construir su Marea Rosa.
Ya falta poco para saber la decisión de los mexicanos.
Y si se cumple la Ley del Péndulo: De izquierda a derecha.
Hay que recordar que nunca un presidente ha logrado cumplir su sueño de llevar su poder al paraíso transexenal.
¿Hoy sería la excepción?
Por lo pronto, bendito Dios que ya terminaron las campañas y su cara propaganda electoral.