El debate inició en forma civilizada. El oficialismo y la oposición unidos en la condena del asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya. Hubo respeto al minuto de silencio solicitado por la morenista Malú Micher. Pesar, preocupación y hasta bendiciones marcaban la pauta de la sesión. La cordura duró lo que un respiro. El Senado entró en campaña. Las condolencias se transformaron en reproches y acusaciones. Los dos Méxicos reflejados en un salón de sesiones de 128 escaños.
Los ánimos se extrapolaron. Comenzaron los insultos, las descalificaciones, las groserías, los apodos, el reparto de culpas. “Me siento en un mitin de Morena”, ilustró la emecista Laura Ballesteros. Abiertas las hostilidades, la senadora del PAN Lilly Téllez acabó por hervir el ambiente. Sus palabras se colaron hasta Palacio Nacional: “Qué miserables son los de Morena… No se conmueven ni porque (Gisela) era una de ustedes. No se atreven a levantar la voz para pedir la Guardia Nacional para Guanajuato. Es de terror estar con Obrador”.
La senadora guanajuatense de Morena Antares Vázquez reviró a Lilly: “En tiempos de zopilotas, sí hay aves de carroña. Es increíble que la señora impostada del reality show sea tan ignorante… No conoce que la Guardia Nacional no es el primer respondiente, sino la policía municipal”.
* Los guindas iniciaron la politización del debate. Imelda Castro, la segunda oradora en el tema, responsabilizó al gobierno estatal panista del asesinato de Gisela.
Seguía el ejemplo de Claudia Sheinbaum y de Mario Delgado. Ambos aseguran, oficio en mano, que Morena solicitó protección para Gisela tres semanas antes de iniciar la campaña, pero el secretario de Gobierno, Jesús Oviedo, lo ignoró.
El panista Víctor Fuente, en su turno, de plano pidió que se declare a México como un estado fallido. Ilustró: “En este país matan candidatos, políticos, elementos de seguridad, periodistas, luchadores sociales, ciudadanos, y no pasa absolutamente nada”. La respuesta llegó en voz de la muy distinguida —por grosera y mal hablada— Lucía Trasviña, de Morena. “Fallidos son ustedes que están actuando con la derecha en el mundo y que quieren entregar los recursos del pueblo de México a los grandes intereses del mundo”, dijo. Alejandra Reynoso, PAN, le puso una cifra a la violencia electoral: 23 asesinatos de aspirantes y candidatos en lo que va de este proceso electoral. Pero México, según los otros datos de AMLO, es un país “pacífico”.
* Tenemos copia del oficio que el frentista Willy Ochoa, dos veces agredido candidato a senador por Chiapas, le envió a Jonathan de Jesús Carrasco, agente del Ministerio Público de la Federación. Dice el oficio: “La primera semana del mes de abril estaré haciendo recorridos en la zona de la sierra Motozintla, Siltepec, Villa Comaltitlán y Huixtla, donde es necesario e inminente el acompañamiento de seguridad con el equipo especializado que he solicitado a las autoridades”.
Pide a la Guardia Nacional una camioneta artillada, armas largas para los elementos que lo escolten, equipo de radiocomunicación y una camioneta blindada. Basa su solicitud en lo comprometido por Rosa Icela Rodríguez en el protocolo de seguridad para candidatos que la titular de la SSPC dio a conocer en la mañanera: El protocolo está relacionado con un mapa de riesgo y con el propio análisis de la autoridad al realizar la entrevista al candidato(a). Si el nivel de riesgo es alto se le ponen al candidato 10 soldados y cuatro vehículos. Si es medio, cuenta con ocho guardias nacionales y 3 vehículos. Si es bajo, se le asignan dos policías y un vehículo. Se desconoce el nivel de riesgo de Ochoa y el que tiene Chiapas en el proceso electoral. Pero, por lo que se ha vivido en la entidad, podemos afirmar que es alto. Ayer fueron reportados en ese estado 25 muertos en el enfrentamiento de la Guardia Nacional con una célula del crimen organizado, el pasado domingo.
* A Rocío Nahle, candidata del oficialismo a la gubernatura de Veracruz, se le complica la elección.
A los gritos de “¡Fuera, fuera!” que ciudadanos le dedicaron a la morenista en La Parroquia —el famoso café del puerto— hay que agregar la denuncia que ayer presentó en su contra Pepe Yunes, abanderado de la coalición opositora.
La denuncia, presentada ante la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de la FGR, es por enriquecimiento ilícito y operación con recursos de procedencia ilícita.
El texto dice que durante el periodo en el que Nahle se desempeñó como secretaria de Energía aumentó de manera inexplicable su patrimonio. “Adquirió de manera directa, y a través de terceros con quienes tiene una relación familiar (cónyuge y sobrina), diversos inmuebles, cuyo valor excede los 60 millones de pesos”. La candidata morenista negó las acusaciones. Su respuesta se limitó a acusar a Yunes de “doble moral” en un mensaje que subió a X. No tenía más.