En una noche marcada por los ataques directos y acusaciones, el segundo debate presidencial se desarrolló con intensidad en los Estudios Churubusco en Ciudad de México. Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición, se refirió duramente a Claudia Sheinbaum como “narcocandidata”, intensificando las tensiones en una discusión que ya prometía ser controversial.
A lo largo del debate, Sheinbaum enfrentó críticas no solo de Gálvez, sino también de Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano, quien cuestionó las políticas y la gestión de Sheinbaum. Los ataques se centraron en la responsabilidad de Sheinbaum en diversas crisis durante su gestión como jefa de gobierno, incluyendo el trágico incidente de la Línea 12 del Metro y la caída de un colegio durante el terremoto del 2017.
Gálvez no se detuvo allí y siguió criticando la administración de Sheinbaum, citando falta de mantenimiento y corrupción como causas de los desastres en su administración: “Tú no vas a ser presidenta, se te caería el país”, exclamó Gálvez, generando murmullos entre la audiencia y reflejando la intensidad del debate.
Sheinbaum, por su parte, intentó defender su administración y las políticas de la actual administración federal, proclamando victoria en el debate y enfatizando la importancia de continuar con la agenda de la Cuarta Transformación. Sin embargo, las continuas interrupciones y el fuego cruzado de acusaciones parecieron mermar su rendimiento en el debate.
En términos generales, los analistas y la audiencia en redes sociales sugirieron que Sheinbaum no logró contrarrestar eficazmente las acusaciones y que Gálvez, con su estilo directo y confrontativo, dominó la dinámica del debate. A medida que se acercan las elecciones del 2 de junio, queda claro que la carrera presidencial está lejos de definirse, con cada candidato buscando solidificar su posición ante un electorado cada vez más polarizado.