El Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular la creación de la Ley de Pensiones del Bienestar, que será financiada con 40 mil millones de pesos procedentes de cuentas inactivas de Afores. La reforma, propuesta por el presidente López Obrador, pasó sin modificaciones a pesar de las numerosas reservas presentadas, con un saldo de 70 votos a favor, 43 en contra y dos abstenciones, y ahora será turnada al Ejecutivo Federal.
La aprobación no estuvo exenta de controversia. Durante una sesión maratónica, senadores de la oposición como Damián Zepeda del PAN y Germán Martínez del Grupo Plural acusaron a Morena de realizar un “saqueo” y una “expropiación” de los ahorros de retiro de más de 2 millones de mexicanos. La senadora del PRI, Claudia Anaya, fue más allá, calificando la acción de Morena como un acto de robo y corrupción.
Por otro lado, defensores de la reforma, como la senadora de Morena Mónica Fernández, argumentaron que el fondo busca garantizar “una pensión digna y justa” para millones de trabajadores, criticando la gestión de las Afores por parte de bancos privados y acusando a los “poderes fácticos” de estar en contra de la medida. Alejandra León Gastélum, senadora de Movimiento Ciudadano y ex integrante de Morena, también expresó su apoyo a la reforma.
La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Ana Lilia Rivera, anunció que se harán revisiones basadas en la técnica legislativa para no alterar el normativo ya aprobado, lo cual ha generado confusión y críticas por parte de la oposición, que advierte sobre posibles acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte.
Este episodio marca lo que podría ser la última gran reforma del actual presidente y cierra un periodo ordinario de sesiones en el Senado bajo un ambiente de alta tensión y división política.
Con información de El Universal.