Esta semana, el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, reveló anécdotas de la reciente cena de gala ofrecida por Joe Biden al primer ministro japonés Fumio Kishida en la Casa Blanca, donde empresarios cercanos a Donald Trump buscaron asistir a toda costa, demostrando que los intereses empresariales trascienden las esferas políticas. Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos, como lo ilustra el mensaje central del nuevo libro de Enrique Peña Nieto, dirigido a Andrés Manuel López Obrador.
Peña Nieto, en su libro, critica a los industriales de Monterrey, especialmente al Grupo de los 10, y enfatiza que los lazos empresariales son circunstanciales y pueden transformarse dependiendo de quién esté en el poder. Este mensaje no solo refleja lecciones del pasado, sino que también proyecta posibles futuras traiciones una vez que López Obrador deje el Palacio Nacional.
El expresidente comparte sus experiencias durante su “exilio”, observando cómo algunos magnates que intentaron desestabilizarlo posteriormente se acercaron a López Obrador, adaptándose a las nuevas circunstancias políticas para beneficiarse durante su administración. La historia de Armando Garza Sada, quien cambió de alianzas en la elección de Nuevo León en 2015, sirve de ejemplo de cómo los intereses empresariales se recalibran ante cambios políticos inminentes.
Garza Sada, una figura clave en la política y economía de Nuevo León, inicialmente apoyó al candidato del PRI, pero ajustó su postura al ver el ascenso de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”. Más tarde, en 2018, la relación entre los empresarios regiomontanos y el círculo cercano a López Obrador, particularmente con Alfonso Romo, evidenció una dinámica similar de reajustes y alianzas.
Peña Nieto argumenta que los negocios, como demostró Garza Sada al organizar cenas tanto para figuras del PRI como para Claudia Sheinbaum, no se rigen por ideologías sino por oportunidades. Esto subraya la adaptabilidad del sector empresarial ante diferentes administraciones y su capacidad para influir o modificar estructuras políticas existentes, como las de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para sus propios fines.
Con información de La Política Online.