Luego de un sexenio con Rocío Nahle a cargo de las contrataciones de la refinería de Dos Bocas, el amigo íntimo de la exsecretaria de Energía, el constructor y contratista de Pemex, Juan Carlos Fong Cortés, prepara su consorcio operador turístico en Cancún, Quintana Roo, además de una empresa distribuidora de frutas con sede en Coatzacoalcos, Veracruz.
Se trata de un empresario que presume su cercanía principalmente con el esposo de la hoy candidata de Morena a gobernar Veracruz, José Luis Peña Peña, quien ha asegurado que de llegar Nahle a tomar las riendas del estado, estará al mando del sector agropecuario, algo muy conveniente si los amigos se van a dedicar a comercializar productos del campo.
Los momentos de mayor bonanza para Fong Cortés llegaron cuando su empresa Construcciones y Reparaciones del Sur se integró al polémico consorcio Grupo Huerta Madre, constituido en 2019 para participar en los trabajos iniciales de la Refinería Olmeca, con los que exprimieron recursos de Pemex por casi 5 mil millones de pesos. En sexenios previos se había adjudicado unos 600 millones de pesos como proveedor de la paraestatal.
En agosto de 2017, cuando todo apuntaba a que el presidente sería Andrés Manuel López Obrador y Nahle caminaba como una de sus principales colaboradoras, Fong y su esposa, Martha Eugenia López Carrillo, constituyeron en el municipio de Benito Juárez dos empresas operadoras de servicios turísticos: Beer Break Marina y Pro Adventure Marina; ambas se encuentran en desarrollo de infraestructura.
Fue el 7 de junio del 2021, en Coatzacoalcos, Veracruz, cuando se constituyó la empresa Tropi Frutas. El nombre de Juan Carlos Fong ya sonaba como cercano a la pareja Peña-Nahle en esos tiempos, por lo que inscribió únicamente a su esposa López Carrillo como propietaria del 10% de las acciones de esa empresa. El accionista principal de esa razón social es Arturo Quintanilla Chavira, hijo del empresario Arturo Quintanilla Hayek, compadre de Rocío Nahle.
La familia Quintanilla es propietaria de las razones sociales Talleres Portátiles y Comercializadora del Istmo, beneficiadas en este sexenio con contratos por casi 600 millones de pesos en Pemex Exploración y Producción, Pemex Logística y Pemex Transformación Industrial.
Era cuestión de tiempo para que a la exsecretaria de Energía le explotaran los escándalos de corrupción por sus relaciones familiares y personales con las que hizo negocios en el sector energético, sobre todo en uno de los proyectos más costoso del sexenio: la refinería Dos Bocas.
Posdata 1
El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) atraviesa una de sus peores crisis con la llegada del gobierno de Delfina Gómez.
Desde esta semana trabajadores del Centro Médico “Lic. Arturo Montiel Rojas”, del ISSEMyM, laboran bajo protesta, al argumentar que no cuentan con los dispositivos médicos ni las herramientas suficientes para desempeñar su trabajo.
Resulta que Medical IT, S.A.P.I de C.V., la empresa a la que le adjudicaron el contrato para proveer los servicios de Imagenología, teleradiología, rayos x, tomografías, ultrasonidos, resonancias magnéticas, entre otros, bajo la modalidad de contrato abierto, no cumplió con la entrega de los equipos.
Esto es precisamente lo que reclama el personal médico: una mala planeación en el otorgamiento del contrato y una mala transición en la entrega de los equipos, lo que tiene a los pacientes de las clínicas del ISSEMyM sin poder recibir atención.
El principal responsable de otorgar este contrato de 185 millones de pesos fue Alfonso Rodríguez Manzanedo, en su calidad de coordinador de Administración y Finanzas del ISSEMyM, un funcionario que viene del gobierno de Alfredo del Mazo y extrañamente mantuvo la administración de la morenista Delfina Gómez.
Esta semana, el gobierno del Edomex informó que planea implementar un programa de rescate financiero al ISSEMyM, pero no especificó de qué forma. Mientras tanto, los más de 838 mil derechohabientes están en riesgo por la falta de equipo y la probable corrupción en la entrega de los contratos.
Posdata 2
Xepelin, una empresa chilena que se dedica al factoraje y realiza descuentos de facturas de firmas como Holcim, Justo, Miniso, Cuprum, Liqui Moly e IGSA, opera en México bajo la dirección de un controvertido personaje: Alejandro Toiber Schwartzman.
Conocido en el ecosistema de las startups por brindar asesoría jurídica a diferentes compañías a pesar de no tener una cédula profesional registrada, Toiber Schwartzman ocupa el cargo de country Manager en Xepelin al tiempo que ha sido oficial de cumplimiento de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), un título que adquirió en 2021 presuntamente sin contar con los requisitos solicitados por la entidad: ser abogado licenciado y tener tres años de experiencia en el campo o contar con cinco años de práctica comprobable en derecho.
A Toiber Schwartzman se le relaciona con esquemas de “Sofom as a services” y con otro tipo de operaciones financieras, según denuncias que llegaron a esta columna por parte de intermediarios del sector y del regulador del sistema financiero.
Un dato más: Xepelin tiene el respaldo financiero de Goldman Sachs, el banco de inversión del que recibió un préstamo de 140 millones de dólares precisamente para expandirse en México.