Desde territorio iraní, decenas de misiles fueron lanzados hacia Israel, según informó el ejército israelí. La mayor parte de estos proyectiles fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea de Israel fuera de su territorio. A pesar de la gravedad del ataque, el servicio de emergencia de Israel reportó que no hubo heridos directos debido a los misiles.
El Magen David Adom (MDA), servicio de emergencia israelí, asistió a 31 personas por heridas leves y ataques de pánico mientras se dirigían a refugios. Entre los casos atendidos, se incluye a una niña de 7 años que sufrió una lesión grave en la cabeza por metralla de un misil interceptor, el cual fue lanzado para neutralizar uno de los proyectiles iraníes.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, sostuvo una conversación con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, solicitándole que notifique a Estados Unidos antes de cualquier respuesta a los ataques. Durante la llamada, que ocurrió horas después del ataque, Gallant describió las operaciones de defensa realizadas por Israel y afirmó que el país está preparado para enfrentar futuros ataques.