Ayer, el exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, aseguró a través de sus redes sociales que el máximo tribunal del país carece de un marco jurídico para sancionarlo en caso de que proceda la investigación en su contra. Sin embargo, en la Suprema Corte, aseguran que tienen otros datos.  Explican que sí se pueden iniciar investigaciones por denuncias anónimas, pues fue, precisamente durante la presidencia de don Arturo, en noviembre del 2020, cuando se reformó un Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, para que ante una queja o denuncia que adviertan indicios de conductas probablemente constitutivas de responsabilidad administrativa, se podrá ordenar la práctica de investigaciones. Eso sin contar que el mismo acuerdo reconoce la viabilidad de las quejas o denuncias anónimas. En otras palabras, se otorgó desde entonces a la presidencia de la Judicatura la atribución de ordenar investigaciones cuando de las circunstancias de tiempo, modo y lugar se desprendan indicios de conductas probablemente contrarias a la legalidad o la Constitución. Lo que sí es una realidad es que en la Ley Orgánica de la Corte no hay un marco jurídico para sancionar a un ministro en retiro, habla de responsabilidades y sanciones a faltas “de los ministros”. Así que la batalla legal que se avecina en caso de que se determine que se incurrió en algún ilícito será inédita y de pronóstico reservado, pues en un lado estará el expresidente del máximo tribunal, y del otro, la actual titular del Poder Judicial, la ministra presidenta Norma Piña.

Ayer el expresidente Vicente Fox subió a su cuenta de X un video de Diego Fernández de Cevallos en el que el político queretano llama a no votar por los aspirantes de Morena, pero nos hacen ver, el video es de antes de la elección intermedia de 2021 periodo cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador rifó el avión presidencial TP01 y pasó la charola a un grupo de empresarios con una cena en Palacio Nacional. Fox celebró el pronunciamiento del “Jefe Diego” como si lo hubiera hecho para esta elección federal y nunca hizo la aclaración de que se trataba de una grabación vieja. Lo que sí hizo Fox, fue un Fox.

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Ayer, los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa lanzaron un comunicado en el que llamaron a boicotear las elecciones debido a la falta de resultados en las investigaciones para dar con el paradero de sus hijos y la falta de una reunión con el presidente, López Obrador. ¿Cuál será el plan de acción de los padres o en qué estarán pensando? Nos recuerdan que hace más de un mes, el pasado 6 de marzo, los padres y normalistas tiraron una puerta de Palacio Nacional, pues el titular del Ejecutivo no los recibió a pesar de que estuvieron varios días en plantón en el Zócalo capitalino. Y en este espacio le informamos que, todo el mundo, incluso, a los integrantes de inteligencia del gobierno no vieron venir que la protesta se radicalizó, después de que causaron daños en Gobernación, el Senado y la Cancillería. ¿Ahora estarán listos para el regreso de los padres? ¿Finalmente los recibirá el Presidente?

El viernes, Acapulco será por unas horas el centro de la atención política del país, pues las dos candidatas y el candidato a la Presidencia, así como el presidente Andrés Manuel López Obrador participarán en la Convención Nacional Bancaria. Esta vez ninguno de los cuatro personajes se excusó, lo que habla de la relevancia de este foro. Desde luego, los destacados participantes no coincidirán en ese espacio, pues fueron programados en horarios distintos. Así, por la mañana la primera en participar ante los banqueros será la candidata opositora, Xóchitl Gálvez. Al medio día será el turno de Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano; y por la tarde estará la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum. Por último, el presidente López Obrador asistirá a la clausura del evento, en el que seguramente presumirá la fortaleza del peso mexicano y la estabilidad de la economía, y les recordará que, durante su gestión, los bancos han hecho un negociazo.