Las palabras de Beatriz Gutiérrez Müller en Facebook generaron revuelo y versiones cruzadas en el círculo presidencial. La Primera Dama aprovechó el escándalo del hijo de Xóchitl Gálvez para pedir respeto hacia los familiares de quienes incursionan en la política. Marcó una rotunda diferencia cuando los familiares son mayores o menores de edad.
“Por más que quieran vincular (de un lado u otro) a los consanguíneos para beneficiar o perjudicar a alguien por cuestiones políticas, el problema no es con ellos. Los padres, los hijos, los familiares NO somos responsables de los actos de ellos; solo de los nuestros. Cuando somos mayores de edad, cada cual también debe ser consecuente de los suyos. Los niños y menores están todavía más aparte. Es abominable que ataquen a estos últimos”, expresó Gutiérrez Muller.
En Palacio el comentario inmediato es que la Primera Dama, que habitualmente se expide sobre temas culturales o artísticos, dejo de lado esa sintonía para mostrar su apoyo a Xóchitl pero, esencialmente, para despegar a su hijo menor de edad, Jesús Ernesto, de las acusaciones que circulan sobre los hijos mayores del presidente y sus múltiples negocios.
Gutiérrez Müller tiene desde siempre una relación de tensión con los hijos mayores ya que el presidente comenzó su relación con ella cuando la madre de ellos, Rocío Beltrán, agonizaba de una larga enfermedad.
El mensaje además abona las teorías que se escuchan en la cúpula de una denuncia fulminante contra uno de los hijos mayores antes de las elecciones presidenciales. El rumor recurrente es que se conocerán fotos de un encuentro entre uno de ellos y un poderoso narcotraficante.
En esa lógica también se menciona que José Ramón no ha podido retomar su vida en Houston por temor a algún movimiento de un fiscal de Texas. José Ramón ya ha aparecido fotografiado con personas que son investigadas por la DEA.
Por otra parte, hace un mes y medio el portal Latinus vinculó a Andy López Beltrán con el empresario Amílcar Olán que habría recibido contratos millonarios en el actual sexenio gracias a su llegada a la familia presidencial.
Hay otros detalles que expresan algún malestar del presente de Gutiérrez Müller: ciertos desacoples en la pasada visita a CDMX de los reyes suecos, el hecho de que su amigo Hugo López-Gatell se quedó sin candidatura en CDMX o, lo más reciente decisión del Gobierno de ejercer, ya por ley, el padrinazgo sobre los gatos que habitan Palacio Nacional y que la antropóloga pedía expulsar.