Autoridades federales y estatales del estado de Baja California informaron que aseguraron una casa que presuntamente es usada por sicarios de grupos del crimen organizado en el municipio de Tecate.
En un operativo conjunto entre la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), implementado en el área de La Rumorosa, se logró el decomiso de vehículos vinculados a actividades criminales y una propiedad con animales exóticos y municiones.
La acción fue motivada por diversas denuncias anónimas recibidas en la línea 089, por la presencia de hombres armados.
Durante el despliegue, que incluyó sobrevuelos de helicóptero y recorridos terrestres en la región, las autoridades localizaron un pickup Dodge Ram con placas de California, escondido bajo una lona, conteniendo un chaleco balístico, luces estroboscópicas y evidencia balística.
Así fue como aseguraron la casa y las camionetas que habrían participado en el ataque a los policías municipales en La Rumorosa.
Un segundo vehículo, un Kia Soul también con placas de California y reportado como robado el 25 de marzo de este año por el Departamento de Policía de San Diego, fue hallado con cartuchos percutidos en su interior. Estos vehículos están presuntamente relacionados con una reciente agresión armada contra agentes de la FESC el pasado 21 de abril en La Rumorasa.
Adicionalmente, dentro de una propiedad aparentemente abandonada, se encontró un arma de fuego tipo pistola y en el exterior, tigres de bengala de gran tamaño y más de una decena de conejos, algunos de ellos muertos. Se presume que dentro de la vivienda están más animales exóticos en cautiverio.
Por esta razón, las autoridades resguardaron el lugar y solicitaron una orden de cateo a la Fiscalía General de la República (FGR).
Si bien no se informó a qué grupo criminal pertenece la casa, se ha reportado en diversos medios la presencia de células del Cártel de Sinaloa que se disputan el territorio con el Cártel de los Arellano Félix y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
La violencia en Tijuana y Tecate ha tomado un nuevo giro con la revelación de una alianza entre fragmentos del Cártel de los Arellano Félix (CAF) y un miembro destacado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Esta coalición se ha formado con el objetivo de disputar el control territorial a las células del Cártel de Sinaloa en estas zonas estratégicas de la frontera.
Según Rosario Mosso, periodista del Semanario Zeta, Pablo Edwin Huerta Nuño, alias El Flaquito, líder del CAF, ha unido fuerzas con Javier Adrián Beltrán Cabrera, conocido en el bajo mundo como El Javi, Pedrito, Pit y/o El Puma, del CJNG, marcando un precedente alarmante en la dinámica entre los cárteles.
EL CAF y el CJNG se unieron para atacar a las células del Cártel de Sinaloa.
Esta colaboración entre facciones surge en medio de una escalada de violencia, donde los homicidios de altos y medianos operadores de las organizaciones delictivas se han vuelto más notorios.
Las autoridades, citadas por Mosso, indican que estos crímenes buscan no solo eliminar a rivales sino también enviar mensajes de fuerza y dominio, exhibiendo una preocupante impunidad.
Ambos cabecillas, Huerta Nuño y Beltrán Cabrera, tienen un historial de dos décadas de robo de drogas y enfrentamientos con las autoridades, reiterando la complejidad del problema de seguridad que enfrenta el país.
La historia de estas alianzas se remonta a diciembres pasados, donde tras un intento de asesinato contra El Flaquito, este se trasladó a Estados Unidos buscando protección. A partir de este incidente, se registró un alejamiento de Huerta Nuño con respecto a los operadores del CAF, propiciando su acercamiento con El Pedrito, con quien compartía vínculos desde la década de los noventa en el Cártel de Tijuana.
El 19 de abril, el CJNG manifestó su dominio en Tijuana mediante un video, en el que se advertía a los líderes del Cártel de Sinaloa sobre su presencia y control de la zona. La grabación mostraba drogas incautadas, enviando un claro mensaje: “Tijuana tiene dueño y es de las cuatro letras”, haciendo referencia directa al CJNG como la fuerza dominante.
Este fue el mensaje dejado por el grupoo criminal en Tijuana.
Esta afirmación se acompañó de una amenaza directa al Fiscal Central de Baja California, Rafael Orozco Vargas, a quien se acusó de favorecer al Cártel de Sinaloa, intensificando aún más la tensión entre los cárteles y las autoridades.