Los grandes empresarios. Ya van dos. Tocó el turno a Ricardo Salinas Pliego, quien no se queda callado. Ha ido aumentando el volumen de sus palabras y señala las pifias de la 4t. “Cuida”, eso sí, su amistad con López Obrador y no menciona por nombre a Claudia Sheinbaum. Curioso, pues le habla precisamente a ella.
Se puede decir que los “gobernícolas” de la 4t no lo quieren. ¿Y cómo quererlo cuando señala en cadena nacional el desastre que son los libros de texto gratuitos y el daño que causarán en las generaciones futuras de mexicanos?
Hay tiro. Sus intervenciones en X han ido incrementándose en forma y fondo. ¿Pero a qué le tira Salinas? Definitivamente NO a la candidatura de 2024, pero sí posiblemente a intervenir en la revocación de mandato —de ser necesario— y en los comicios del 2030.
Aquí, de lo que se trata para el “tío Richie” es de convertirse en un poderoso interlocutor y, si conviene, en fiel de la balanza.
Le habla a Claudia y le avisa que será una piedra en el zapato cuando así lo considere él o, bien, un apoyo para “construir” el segundo piso del obradorismo.
A eso se le conoce como ‘encarecer su amor’. ¿No acaba de hacer lo mismo Slim cuando lanzó el dardo hablando del mantenimiento de la Línea 12 del Metro? ¿En que acabó eso? ¿Trascendió? No; apuesto a que Slim ya se sentó con la ex jefa de gobierno de la capital, con su equipo, con el mismísimo presidente y negoció.
Salinas pliego le apuesta a lo mismo. Está llamando a la negociación en público, para llevarla a cabo en privado con Claudia.
Ninguno de los dos empresarios ha interpelado de manera directa a Claudia. Ambos han optado por referirse al régimen y gobierno federal en abstracto. Si acaso, por cuando al “tío Richie”, más allá de lo que conoce por estar en el medio de las comunicaciones, a quien señala es a Jesús Ramírez. ¿Qué es eso? Un guiño a Claudia Sheinbaum. ¡Vamos!, que esto NO es un divorcio, tan solo se trata de elevar la vara a quien —todo indica— lleva la delantera en la contienda por la Presidencia de la República.
En política no hay coincidencias. Y no es coincidencia que el video de Raúl Salinas de Gortari, hablándole a Ciro Gómez Leyva sobre Ricardo Salinas Pliego, apareciera en estas fechas. Esto al mismo tiempo que López Obrador le dice a Salinas Pliego le presente pruebas de los saqueos millonarios de los programas sociales… Entre lo adeudado por Salinas Pliego, la oferta que le hace López Obrador de pagar al SAT por ahora “solo” ocho mil millones de pesos y el video de Raúl Salinas donde intercede por él, ha quedado claro que, si acusan a López Obrador de favoritismo, lo mismo deben culpar al PRI y al PAN y a administraciones pasadas. Y eso no le conviene a la oposición…
¿Quién desempolvó, entonces, el mencionado video?, ¿fue regalo ‘a’ o ‘de’ la 4t?, ¿se cura en salud el empresario?, ¿lo usó como fina burla por aquello de los sobres amarillos del obradorismo? ¿Todo lo anterior?
Nadie dijo que las negociaciones a esos niveles fueran fáciles; de hecho, pueden ser muy rudas.
¿A qué juega el empresario? Salinas Pliego no es ningún tonto (aunque eso quisieran los morenistas).
Aquí de lo que se trata es de negociar con el que se va, pero principalmente con quien podría venir.
Giro de la Perinola
¿Xóchitl ya se reunió con Slim? ¿Con Salinas Pliego? De darse el caso, ¿les condonaría el pago de impuestos? Hay que hacerse estas preguntas en lugar de cerrar los ojos. La candidata Gálvez ya va tarde en responderlas.