Nos platican que ayer los integrantes de la Comisión Especial para Vigilar el Proceso Electoral, que se creó en la Cámara de Diputados, se quedaron esperando a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, quien aseguran se había comprometido a sostener una reunión con esa instancia legislativa. Nos comentan que la funcionaria federal nunca llegó, por lo que, las y los congresistas volverán a invitarla, pues, aunque en Palacio Nacional se afirma que todo está tranquilo y en calma, los asesinatos de candidatos dan cuenta de que hay otros datos y urge esa reunión.
En visita a Jalisco, nos dicen que la candidata Xóchitl Gálvez “conectó” con los jóvenes universitarios del ITESO, quienes aplaudieron sus propuestas y se tomaron selfies con ella durante 30 minutos. Muy diferente a lo que ocurrió hace 6 años en el mismo escenario con el entonces candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, quien tuvo que salir del plantel entre gritos y sombrerazos por el rechazo de un sector del alumnado que apoyaba a Andrés Manuel López Obrador. Durante el encuentro no hubo quien la increpara y nos dicen, salió muy contenta con la repuesta de los estudiantes, que le plantearon más de 500 preguntas, aunque por el tiempo y el formato de la reunión, solo pudo responder algunas. Libró la prueba del ITESO.
Nos cuentan que el pleito entre las diputadas Teresa Castell (PAN) y Salma Luévano (Morena) no tiene para cuándo terminar. La legisladora trans morenista impugnó el registro de la panista ante el Instituto Nacional Electoral con el fin de evitar su reelección. Sin embargo, doña Teresa, lejos de apaciguarse, le contestó en redes sociales: “ahhhh… como chilla el niño… y con lo ocupada que ando con mi reelección, no como otros que ya les estorban a sus partidos”. Es claro que el pleito no se va a detener y tendrá que intervenir de nuevo la autoridad electoral. También queda claro que la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género no sirvió de mucho, porque la diputada Castell sigue refiriéndose a la legisladora Luévano por un género diferente al que asume.
Nos cuentan que el próximo 20 de marzo, por fin, la Cámara de Diputados discutirá la prohibición de las llamadas terapias de conversión, que se consideran una violación a los derechos humanos, ya que buscan forzar el cambio de orientación sexual de las personas de la comunidad LGBT+. La minuta fue avalada desde octubre de 2022 por el Senado de la República, pero había estado guardada en el cajón, para un mejor momento. Los grupos LGBT+ nos hacen ver que quizá sea este el momento idóneo para la discusión, pues los diputados prácticamente están aprobando dictámenes de consenso, sin discusión, y alzando el dedo con facilidad, pues su interés está concentrado en las campañas electorales.