Xóchitl Gálvez dice que no tiene miedo de utilizar, “cada vez que sea necesario”, el monopolio legal de la fuerza que tiene el Estado para proteger las garantías de los ciudadanos.
Nada de abrazos a los delincuentes que sólo han empoderado al crimen organizado, dueño y señor en un tercio del territorio nacional, según cálculos del Comando Norte de Estados Unidos.
La candidata presidencial del Frente Amplio ofrece utilizar las herramientas disponibles en la Constitución para devolver la paz y la tranquilidad a este país, que ya suma más de 180 mil homicidios en lo que va del sexenio de AMLO (cifras oficiales). Más que ningún otro presidente del México institucional.
“El monopolio de la fuerza lo tiene la presidenta, la comandanta suprema de las Fuerzas Armadas. Agallas y capacidad tengo para regresarle la paz y la tranquilidad a México”, nos dijo Xóchitl.
“No voy a permitir —agregó— que saquen al Ejército a escobazos. Eso le ha quitado honorabilidad. Si lo vamos a mandar, lo vamos a mandar con todas las facultades, pero tampoco tenemos que ir, de entrada, al enfrentamiento”.
Aclaró, sin embargo, que, de resultar electa, siempre buscará evitar la confrontación que cueste vidas humanas.
“Hay muchas maneras de recuperar territorio con inteligencia. Cuando no haya de otra y los criminales estén persiguiendo al Ejército, pues ni modo, se tiene que defender”, puntualizó.
Xóchitl tocó un punto neurálgico que explica el fracaso de la estrategia “abrazos, no balazos”. Desde el día uno, AMLO renunció al uso legal de la fuerza. Ni las Fuerzas Armadas ni la Guardia Nacional tienen autorizado “actuar”, como bien dijo el diputado federal Rubén Moreira, encargado del tema seguridad en el proyecto de gobierno de Xóchitl.
La política permisiva del gobierno de AMLO envalentonó a los delincuentes. Hemos llegado al extremo de que criminales, armados hasta los dientes, correteen soldados que están impedidos de responder.
No va a faltar quien critique la postura de Xóchitl y la compare con Bukele. Muchos consideran que el uso legal de la fuerza equivale a una licencia para reprimir. Utilizado en forma adecuada es un instrumento indispensable para hacer valer las garantías de los ciudadanos.
Del lado de Claudia Sheinbaum, su estrategia de seguridad habla de honestidad y atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia, coordinación con las fiscalías y reforma al Poder Judicial.
Más de lo mismo.
* Sube la cuenta de aspirantes a cargos de elección popular asesinados en lo que va del proceso electoral de 2014. Con la ejecución de Alfredo González Díaz, candidato del PT a la presidencia municipal de Atoyac, Guerrero, ya suman doce.
Esta violencia incontenible llevó a Volker Türk, alto comisionado de la ONU en Derechos Humanos, a manifestar que las elecciones en México deben ser protegidas contra la violencia.
Fue suficiente para que el presidente López Obrador dijera, en la mañanera, que el alto comisionado de la ONU “es muy tendencioso, está en contra de nosotros y hace comparsa con los que quieren demostrar que México es un país muy violento”. ¿Y no lo es, señor Presidente?
* Interesante el escenario que los especialistas de Grupo Eurasia establecieron en caso de que Claudia Sheinbaum gane las elecciones. En su más reciente reporte sobre México, fechado el 4 de marzo, señalan que “posiblemente” crezcan las diferencias con la administración de AMLO, a medida que ella consolide su posición y enfrente nuevos desafíos.
Agrega: “Una diferencia importante es que es poco probable que Sheinbaum concentre la toma de decisiones dentro de su oficina tanto como lo ha hecho López Obrador. Probablemente se apoyará más en sus asesores”.
El reporte, firmado por Daniel Kerner, director para América Latina de Grupo Eurasia, y por Matías Gómez, analista en México, considera que uno de los desafíos para Claudia será gestionar las divisiones dentro de su partido.
Ilustra: “Exaspirantes a la Presidencia de la República, como el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, el líder de la mayoría del Senado, Ricardo Monreal, y el diputado Gerardo Fernández Noroña están todos en su equipo de campaña.
“Morena es un movimiento flexible organizado en torno a López Obrador. Las tensiones y presiones serán mayores bajo Sheinbaum”.
El mayor riesgo, sin embargo, es el del Poder Judicial. Si Morena obtiene en el Congreso una mayoría de dos tercios, Sheinbaum avanzaría en la reforma judicial de AMLO.
“Incluso sin esas mayorías podría alterar la composición de la SCJN durante su mandato, nombrando a cuatro ministros, algo que erosionaría la certeza para los inversionistas”, puntualiza.