Dirigentes de la coalición Fuerza y Corazón por México están convencidos que los reiterados señalamientos de López Obrador en el sentido de que los “conservadores” preparan un “golpe de Estado blando” en México, tienen que ver con su inquietud por el avance opositor en el proceso electoral.
Los más pesimistas, sin embargo, no ocultan su temor de que, si triunfa la oposición, el Presidente intente una maniobra para no soltar el poder. AMLO ha descrito en la mañanera lo que entiende por “golpe de Estado blando”: No es un pinochetazo, como el que vimos en Chile el siglo pasado. “Ya no se dan vía la toma de poder por los militares”, ilustró el Presidente. Ahora se busca derrocar a gobiernos legítimamente constituidos, “creando condiciones de rechazo de la población hacia el gobierno que no les conviene”. AMLO sostiene que para dar ese “golpe blando” los conservadores utilizan el Poder Judicial, el Poder Legislativo, o incluso a poderes extranjeros (la CIA, la DEA, el NYT, los republicanos gringos, Iberdrola, Tim Golden, el rey de España…). La eterna teoría de la conspiración.
* Ángel Ávila, representante del PRD ante el INE, es de los pesimistas. Aunque cree que detrás de las palabras de AMLO se esconde el temor a una derrota en las urnas el 2 de junio, le preocupa que esa eventualidad “lo ponga contra las cuerdas” e intente una maniobra sustentada en los militares “para no soltar el poder”.
–¿Desconfías del Ejército? Atajamos.
–Tengo confianza en que el Ejército se va a mantener leal a las instituciones, pero creo que se puede crear una situación social que dé pretexto para llamar a los militares que simpatizan con AMLO para defender un triunfo que no existe.
“Es también un indicador de que Xóchitl y los candidatos de la coalición opositora vamos por el camino correcto”, dijo.
* Más que un “golpe de Estado blando”, lo que es una preocupación compartida es la intervención del crimen organizado en este proceso electoral, el más grande que jamás hayamos tenido. Ya vimos para quién jugó en 2021. Estoy convencido de que lo volveremos a ver.
* Ayer nos congratulábamos por la reunión de los padres de los normalistas de Ayotzinapa con Ricardo Monreal, y de su petición al senador morenista para que mediara, a fin de recuperar el diálogo roto entre ellos y el primer mandatario. Pero no lo dejó ni intentarlo. En la mañanera descalificó a Monreal y a cualquier otro intermediario. El Presidente miró sus zapatos y dijo: “Con todo respeto a mi amigo, compañero y hermano, Ricardo Monreal, y a cualquier otro intermediario, lo que yo quiero es hablar directamente con los padres de los muchachos, porque no les tengo confianza a los intermediarios”.
De paso, le mandó un recado a Vidulfo Rosales, abogado de los padres, quienes casi una década después siguen sin saber qué pasó, ni dónde están los restos de sus hijos: “No les tengo confianza a los abogados. Imagínense si le voy a tener confianza a un abogado que va a promover que tumben la puerta del Palacio y lleva a unos tiradores con piedras, y al mismo tiempo dice que quiere diálogo”.
* A mediados de semana, el Senado aprobó una nueva convocatoria para elegir a dos de los tres comisionados que le hacen falta al Inai. Parece una nueva simulación para sacarle la vuelta a la SCJN, que desde agosto del año pasado instruyó a la Cámara alta a designarlos. El pleno del Inai está incompleto hace más de dos años. Se integra con siete comisionados. Quedan cuatro. No podía sesionar con menos de cinco. El máximo tribunal resolvió que podía trabajar con cuatro. Emplazó al Senado a designarlos en diciembre pasado. Ni caso.
Le preguntamos a Adrián Alcalá, comisionado presidente del Inai, si albergaba la esperanza de que esta vez sí nombren a los comisionados. “En honor a la verdad no. Es para cumplir la sentencia de la SCJN”, nos dijo. “En diciembre –añadió– los senadores dieron por concluido el proceso. Pero en febrero pasado, la ministra presidenta (Norma Piña) los requirió para acreditar el cumplimiento. No creo que vayan a nombrar”.
Previamente le preguntamos a Monreal si el impasse en el que ha caído la elección de los comisionados tiene que ver con la intención de AMLO de desaparecer los órganos autónomos. Respondió: “No caigo en la ingenuidad. Una opinión del Presidente pesa mucho en el grupo parlamentario… Pero nunca hemos tenido una línea en ese sentido. Si envió una iniciativa para desaparecer o fusionar a los órganos autónomos, es su facultad. No se ha aprobado. La Constitución y la ley establecen que el Inai debe funcionar. La Corte le otorgó plena jurisdicción para que funcione con tres, o con cuatro comisionados. Así es que no hay ningún obstáculo a la transparencia”.