Son cada vez más las señales de que Morena ve cuesta arriba la lucha por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que solía ser su principal bastión. Para el oficialismo luce perdida esa elección, una suerte de continuación del susto del 2021.
En el cuarto de guerra de la candidata presidencial morenista —me cuentan fuentes internas— atribuyen este escenario adverso a dos figuras políticas centrales en la zona metropolitana de la capital del país: el jefe de Gobierno, Martí Batres, y la gobernadora mexiquense Delfina Gómez. En las encuestas que mandan a hacer en la campaña de Claudia Sheinbaum, Martí Batres aparece con una aprobación de 42% y Delfina Gómez con 38%. Esas son encuestas de las que no se publican, cuya existencia incluso se niega en público, pero que existen, pesan y norman la toma de decisiones.
Es como el pleito entre Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, la candidata morenista a la jefatura de Gobierno de la capital del país. No se acepta hacia afuera, pero adentro todo mundo lo sabe. Hay rompimiento. En el cuarto de guerra de la campaña presidencial del oficialismo se siguen dando de topes porque el presidente López Obrador traicionó su palabra, le jugó chueco a Sheinbaum, vetó a Omar García Harfuch como candidato a jefe de Gobierno e impuso a Clara Brugada: “si Omar fuera el candidato, estaríamos arrasando en la capital”, se lamentan.
SACIAMORBOS
Los mexicanos no deberíamos prestar ninguna atención a las declaraciones de la legisladora del derechista Partido Popular (PP) español, Cayetana Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, quien de visita en el país dijo que México “está siendo tomado por el crimen organizado, por la complacencia de quienes debieran defenderlo. ¿’Abrazos, no balazos’? O más bien, abrazos a los que dan balazos. El eslogan es bonito, pero el resultado es catastrófico para la democracia”. Incluso hizo un llamado a alzar la voz contra “la impunidad política y moral de la que todavía disfruta el presidente López Obrador”.
Ella es de derecha. Es enemiga de la izquierda que gobierna en México. Mejor debemos atender las declaraciones de la Internacional Socialista, la organización que agrupa a los partidos de izquierda del mundo, y que hoy es encabezada por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que pertenece al PSOE, histórico rival del PP (de la diputada Cayetana). La Internacional Socialista declaró sobre nuestro país: “la falta de acción (contra el crimen organizado) podría socavar aún más la confianza en los procesos democráticos y provocar un retroceso. Por lo tanto, es esencial actuar de manera concertada para contrarrestar las amenazas del crimen organizado y preservar las aspiraciones democráticas de México”.
Ah, caray. Los polos opuestos españoles coinciden en lo que está pasando en México. Plop.