En diciembre pasado se cumplieron dos años de que la iniciativa de ley que legaliza y regula el uso de la cannabis y el cáñamo en México, con fines lúdico e industrial y comercial, fue “congelada” en el Senado de la República. A pesar de que la Suprema Corte de Justicia despenalizó el consumo personal y lúdico de la marihuana desde 2018 y de que la Cámara de Diputados aprobó desde junio de 2021 la nueva ley que despenalizaba el consumo lúdico y permitía la industrialización de la marihuana y el cáñamo, en el Senado el proyecto de ley regulatoria estaba listo y consensuado desde diciembre del 2021, pero presiones externas a esa cámara legislativa obligaron a la coordinación parlamentaria de Morena a abandonar el tema y a mandarla al limbo legislativo donde sigue a la fecha.
Oficialmente senadores que impulsaron esa iniciativa, como la morenista Olga Sánchez Cordero, han hablado de “resistencias” que impidieron que se llevara al pleno la ley de la canabis, y otros han argumentado que no hubo acuerdos en temas como la creación del Instituto federal que debía regular el consumo de dicha droga o sobre la edad mínima para poder consumirla legalmente; pero la realidad de por qué los mismos morenistas que había declarado la legalización de la marihuana y el cáñamo como una “prioridad legislativa” terminaron abandonándola, tiene que ver con un veto directo y fulminante que llegó desde Palacio Nacional para que frenaran cualquier avance legislativo en la materia.
El veto presidencial, si bien fue emitido por López Obrador, quien mantiene una posición conservadora respecto a la legalización de la cannabis, no fue precisamente una decisión solamente suya. Legisladores de Morena que estuvieron cerca de ese tema nos aseguran que fue el Ejército mexicano, el cual a través de sus altos mandos, le pidió al Presidente que frenara la aprobación de la iniciativa de ley que ya estaba lista en el Senado, porque los militares no estaban de acuerdo con su aprobación. Según esa versión, un grupo de generales de la Sedena, encabezados por su titular, pidieron ver al Presidente para expresarle su punto de vista sobre el proyecto legalizador de la cannabis para uso lúdico.
“No estamos de acuerdo presidente, que mientras se manda al Ejército a combatir la producción y trasiego de drogas, se le abra la puerta de la legalización a la marihuana que es considerada como la primera droga de consumo para los jóvenes y la puerta de entrada a otras drogas más duras y peligrosas. Si su partido aprueba esa legalización, las Fuerzas Armadas nos retiramos de esa labor de combate al narcotráfico”, habrían dicho los miembros de la cúpula militar al mandatario en un encuentro privado donde se trató el tema a petición de los verdes.
Por eso fue que, cuando ya estaban negociado la mayor parte del contenido de la iniciativa de ley que recibieron aprobada desde la Cámara de Diputados y habían consensuado ya la mayor parte del texto, desde Palacio Nacional llegó el parón que pidió detener la discusión de la legalización y la bancada de Morena, entonces comandada por Ricardo Monreal, le ordenó a las Comisiones de Salud y de Justicia del Senado, que detuvieran la elaboración del dictamen que ya estaba en vías de terminarse para ser presentado y votado en el pleno senatorial.
Por eso desde diciembre de 2021, hace poco más de dos años, la iniciativa que reforma cinco artículos de 2021, la misma que permitiría generar toda una industria para producir y comercializar cannabis para uso lúdico y cáñamo para diversos usos industriales, agrícolas y hasta ambientales, se encuentra olvidada y durmiendo el sueño de los justos en las comisiones legislativas del Senado. Mientras que en Estados Unidos y Canadá la cannabis ya es legal en todos sus usos y se ha generado un mercado millonario y toda una industria alrededor de esas plantas, en México se desaprovecha y se cancela el que podría ser un mercado comercial e industrial valuado en 230 millones de dólares, según una proyección que realizó la organización CannabiSalud con base en datos de la consultora Statista.
Y todo indica que a partir del veto del Ejército y de la posición conservadora de López Obrador sobre el tema, la iniciativa quedará para que la analice y rescate la próxima legislatura del Senado que asumirá funciones el 1 de septiembre de 2024, por lo que la posición personal y política que tengan los tres candidatas y candidatos presidenciales será clave en ese tema.
Hasta ahora en las recién iniciadas campañas, el tema de la cannabis y su legalización sólo ha sido abordado de manera directa y puntual por el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, quien ayer durante un foro con estudiantes de la Universidad ITESO de Guadalajara, expresó su posición en torno al prohibicionismo del gobierno de López Obrador en el tema del uso de vapeadores y el consumo lúdico y legal de la cannabis. “Las prisiones en México están llenas de gente fundamentalmente pobre, porque cuando se dice que las drogas son ilegales, que la marihuana es ilegal, es ilegal para el pobre…A ninguno de nosotros, casi a ninguno de nosotros (dijo en alusión a los
estudiantes y académicos que lo escuchaban) nos llevarían a la cárcel por fumar un porro, porque tienes mecanismos para defenderte, a través de un amparo, de un abogado, de una fianza, muchos de una mordida, de una palanca, de hablarle a alguien”.
Luego el candidato presidencial emecista abundó: “Si tuvíeramos una regulación de este tipo podría tener un etiquetado para que supieramos qué producto se está consumiendo y cuáles son las cantidades legales. Por mucho la regulación es mejor que el modelo prohibicionista”, dijo Alvarez Máynez ante los estudiantes del instituto tapatío.
Las otras abanderadas a la Presidencia no han abordado aún el tema de la cannabis legal ni se han posicionado en su campaña, aunque anteriormente tanto Claudia Sheinbaum de Morena y aliados, y Xóchitl Gálvez de la coalición Fuerza y Corazón por México, ya se han pronunciado sobre el tema.
En junio de 2021, tras la resolución de la Corte que levantó la prohibición a la portación y consumo lúdico de la marihuana, Sheinbaum comentó: “Me parece bien que la Suprema Corte de Justicia haya resuelto de acuerdo a lo que evaluaron en términos de esta solicitud…Lo que me parece más importante es no criminalizar a los jóvenes que consumen, sino, finalmente, con lo que no estamos de acuerdo es con la violencia que se genera alrededor de la venta de droga”, dijo el 29 de junio de aquel año la entonces Jefa de Gobierno de la CDMX.
Xóchitl Gálvez, por su parte, cuando era senadora de la República, dijo estar a favor de la iniciativa de legalización para uso lúdico e industrial: “Voy a votar a favor de que el regular es mejor que el prohibir, porque creo que el prohibir ha demostrado ser un auténtico fracaso. Coincido que la regulación tiene que ser paulatina, se establecerán reglas para su consumo, sin perder de vista que la marihuana es una droga. Hoy la marihuana se vende de manera ilegal, fomenta el mercado negro y genera violencia”, dijo la hoy candidata aliancista en 2020.
La pregunta es si cualquiera de los tres candidatas y candidato que gane la Presidencia con el voto mayoritario de los mexicanos se decidirán a entrarle a la legalización y regularización del uso lúdico e industrial de la cannabis y el cáñamo, más allá de prejuicios y tabúes, para que México aproveche el enorme potencial que tiene en la producción, industrialización de esas dos plantas que se dan de manera natural en el territorio nacional, o si, igual que con López Obrador, prevalecerán sus prejuicios personales y, sobre todo, si permitirán que también el Ejército siga presionando y vetando una legalización que ya aprovechan, con la creación de mercados millonarios Estados Unidos y Canadá, además de varios países de Latinoamérica.
NOTAS INDISCRETAS…
Desde el equipo de Marcelo Ebrard, en atención a su derecho de réplica, nos piden publicar los siguientes comentarios, relacionados con la columna de ayer titulada “Marcelo dijo tres veces ‘sí’ y luego se rajó”: “El entorno más cercano a Marcelo Ebrard rechazó la versión de que en algún momento hubiera aceptado ser el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano. También rechazan que el excanciller se hubiera reunido con operadores del partido naranja o que en diciembre hubiera salido del país”. Hasta ahí la precisión solicitada por el equipo de quien aspiró a ser candidato presidencial, desconoció y descalificó el proceso interno de Morena y amenazó con romper, para finalmente quedarse en ese partido a cambio de una posición como senador y de algunas otras candidaturas para sus cercanos…A propósito de candidaturas y de Morena, en Tamaulipas la cosa está que arde con las disputas e inconformidades que desataron la selección de candidatos morenistas en ese estado. Ayer en Matamoros y Reynosa la definición de las candidaturas a las alcaldías de los dos municipios fronterizos desataron crisis internas en el morenismo tamaulipeco. En Matamoros el actual alcalde morenista con licencia y actual candidato a diputado federal por el PVEM, Carlos López, se inconformó por la designación de Alberto Granados como candidato de Morena a la alcaldía. “Esto es una coalición. El cabrón o la cabrona que venga a manipularlos y a ordenarles que nomás voten por Morena, que chingue a su madre. Así de sencillo. Yo me he ganado al pueblo con la verdad, viendo a los ojos a toda la gente y si algo me enoja son los cabrones que traicionan. A esos los puedo olvidar pero no puedo perdonar la traición. Ustedes son el pueblo y el pueblo de Matamoros manda. Ese es el slogan de la doctora Claudia, entonces que quede claro y lo voy a estar diciendo 90 días: nadie puede obligarlos a que nada más por Morena, porque van a ir en contra de la doctora Claudia. Estamos en la misma canasta Morena, el Verde y el PT”, dijo el morenista que pidió que voten por el PVEM en la alianza, quien dijo que no apoyará al candidato de Morena a la alcaldía de Matamoros, Beto Granados, porque lo acusó de tener un título profesional falso, de tener demandas de periodistas en la Fiscalía General de la República, y por un fraude de una toma clandestina. Mientras tanto en Reynosa, la definición de Morena a favor de la reelección del actual alcalde, Carlos Peña Ortiz, provocó la inconformidad de la aspirante Magaly Deandar, quien en un video en redes sociales se lanzó contra el delegado de Morena en el estado, Mario Llergo: “Las decisiones de nuestro municipio no pueden estar sujetas a personas ajenas a Tamaulipas. Y esto lo digo porque el delegado Mario Llergo me citó el pasado viernes 1 de marzo y en esa reunión no sólo se expresó mal del que ahora funge como candidato, sino que afirmó que él estaba fuera por problemas legales y los negativos que tiene frente a la ciudadanía. Delegado Mario Llergo: Morena en Tamaulipas tiene jefe político, no se le olvide que Tamaulipas y sus decisiones son de los tamaulipecos, las imposiciones que viene a hacer desde el centro, no son admisibles. Sea un hombre y sostenga lo que nos aseguró en esa reunión”, dijo la aspirante Deandar, quien desconoció al delegado nacional de su partido. Ayer el propio Llergo anunció, en medio de gritos de simpatizantes de Carlos Peña, que el actual alcalde sería el candidato de Morena a Reynosa por decisión de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena. Sin duda los tamaulipecos, y más los morenistas, tienen un estilo muy especial y bronco de hacer política…Dados girando. Primera Escalera Doble de la semana.