Hoy empieza oficialmente la campaña presidencial que más expectativas ha levantado en el México institucional. Está en juego nada menos que el rumbo del país.
Dos mujeres y un hombre recorrerán la República los próximos 90 días con las mismas promesas sexenales en seguridad, salud, educación, justicia, igualdad… No nos cansaremos de oírlos anatemizar a sus adversarios.
Se trata de Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición Morena, PT y PVEM; Xóchitl Gálvez, de la alianza PAN, PRI y PRD, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
* Sheinbaum arranca esta tarde en el Zócalo de la Ciudad de México con un mitin que se anuncia a reventar. Llegan acarreados de todo el país.
La exjefa de Gobierno de la CDMX va por el “segundo piso” de una transformación que ha polarizado a los mexicanos.
Es la continuidad de una autocracia que, bajo el noble pretexto de “primero los pobres”, subordina el Estado de derecho a los caprichos del Presidente. Es la prolongación de un gobierno que ha tolerado una política permisiva hacia organizaciones criminales que denomina abrazos, no balazos.
Sabedores de que con los “abrazos” el gobierno de López Obrador renunció explícitamente al uso legal de la fuerza para garantizar los derechos de los ciudadanos, los criminales se sienten con licencia para matar, desaparecer, extorsionar o secuestrar. ¿Resultado? 180 mil homicidios en lo que va del sexenio. Muchos más que con Felipe Calderón y con Enrique Peña Nieto.
Por si fuera poco, la 4T proyecta la eliminación de la SCJN y del INE —tal como los conocemos—, y su reemplazo con ministros y consejeros surgidos de una elección popular.
Promueve también una reforma para desaparecer los órganos autónomos que le hacen contrapeso al Ejecutivo: Inai, Cofece, CRE…
Es la puntera en las encuestas.
* Xóchitl Gálvez arranca campaña como “caballo negro” (la que puede dar la sorpresa). Lo hará en Fresnillo, municipio de Zacatecas, donde 97% de la población se siente insegura.
La candidata opositora abandera tres partidos muy disminuidos, que otrora controlaban el sistema político mexicano y que, según el oficialismo, representan el regreso a los privilegios del pasado: PAN, PRI y PRD.
La apuesta principal de Xóchitl es la seguridad pública. Se propone desmilitarizarla.
En sus planes está retirar a los verdes de la administración de los aeropuertos, las aduanas, el espacio aéreo, el Tren Maya, el mantenimiento de carreteras… Dice que con ella no habrá “abrazos” a los delincuentes.
La opositora se asume como defensora del Poder Judicial; apoya la consigna de que “el INE no se toca” y se inclina por la libertad empresarial.
* El único varón en contienda es Jorge Álvarez Máynez. El emecista empieza su campaña en Lagos de Moreno, Jalisco, bastión del naranja, muy atrás de las dos mujeres. Se presenta como alternativa a la “vieja política”.
En su discurso de cierre de precampaña, dio color sobre su proyecto:
“En el México nuevo no habrá derecho de piso y no vamos a aceptar que haya mujeres desaparecidas.
“Los gobiernos se van a dedicar a encontrarlas y a los delincuentes que se metan con las mexicanas, vamos a hacer que sientan el infierno en vida”.
¿El Bukele mexicano?
* La expectativa de poder que hoy ofrece Claudia Sheinbaum fue el imán para reunir en su equipo de campaña a las otrora corcholatas que le disputaron la candidatura presidencial en el proceso interno de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
Marcelo Ebrard será coordinador de vínculos con las organizaciones civiles y los mexicanos en el exterior; Adán Augusto López será el coordinador político.
Ricardo Monreal lo será de enlace territorial; Gerardo Fernández Noroña, de organizaciones sociales, y Manuel Velasco, de alianzas.
Los cinco forman parte del “equipazo” —así lo llamó Claudia— presentado ayer en un hotel de avenida Revolución.
De todas las excorcholatas, la que más llamó la atención fue Ebrard. Al excanciller se le vio contento, cómodo, desagraviado.
“Todo esto es fruto del acuerdo que el excanciller tejió directamente con la candidata y no con el Presidente”, nos dijo, en corto, un colaborador de Marcelo.
El cargo de mayor importancia, sin embargo, es para Mario Delgado. La candidata lo designó coordinador general de campaña.
También sumó a César Yáñez, la sombra de López Obrador en sus campañas presidenciales. Le llevará la agenda; la periodista Ana María Lomelí será de enlace empresarial, junto con Olivia Salomón.
Citlalli Hernández, mujeres; Tatiana Clouthier, vocería; Esthela Damián, defensa del voto; Renata Turrent, diálogos por la transformación; Regina Orozco, organizaciones culturales y artistas, y Paulina Silva, enlace con medios de comunicación, completan el equipo.