El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, dice en privado que su principal objetivo de cara a la contienda por el Senado es que Manlio Fabio Beltrones quede en tercera posición, relegado ya sea por el Partido Verde o por Movimiento Ciudadano.
Durazo está convencido de que, aún llegando en segundo lugar, Beltrones se va a convertir en un riesgo para su gobernabilidad y, lo más determinante, a complicar su sucesión.
Lejano de los primeros planos de la política nacional, Durazo tiene una gestión con diversas turbulencias asociadas a sus planes ferrocarrileros en Nogales (que EU rechaza), el proyecto del parque de energías renovables con Daniel Chávez, dueño de Vidanta y amigo de Andrés Manuel López Obrador, y una crisis de seguridad en el sur del estado.
El movimiento consta, según pudo conocer LPO, de dos maniobras. Una al interior de la 4T que consiste en presentar una formula competitiva por el Partido Verde que, de paso, le permitiría a Morena contar con los tres senadores, algo que sucede en otras latitudes como Chiapas o Oaxaca.
La jugada complementaria es apoyar fuertemente, desde el gobierno estatal, a la fórmula de MC con el horizonte de que pueda disputarle el voto no morenista al histórico del tricolor.
Todo este curso de acción viene con apoyo desde Nuevo León donde al gobernador Samuel García le funciona que Manlio Fabio no llegue al Senado por la vía de la elección para así dejar sin escaño en la Cámara Alta a su adversario interno, Francisco Cienfuegos, suplente de Beltrones.
Cerca del priista tienen registrada la jugada y de momento se muestran optimistas porque entienden que lo más probable es que las campañas del Verde y de Morena se terminen por anular mutuamente.