Ha pasado más de un siglo desde el fallecimiento del rebelde general mexicano Catarino Erasmo Garza Rodríguez, levantado en armas contra la dictadura de Porfirio Díaz, pero fue hasta este miércoles que México ha decidido salir al rescate del soldado desaparecido. El Senado de la República ha votado a favor de una solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador para enviar una misión militar a Panamá para buscar y repatriar los restos de Garza, y de paso recuperar la rocanbolesca historia de un militar que al no poder hacer la revolución en México marchó al exilio y hasta coqueteó con el movimiento revolucionario del poeta cubano José Martí.
Esta historia comienza en 1891, cuando el también periodista Garza convocó a un grupo de hombres para planear el derrocamiento de Díaz, quien controló México desde 1876 hasta 1911. Garza ya había conocido las cárceles del porfiriato debido a su trabajo crítico contra el régimen, pues escribía incendiarios artículos en los que denunciaba las brutalidades y desmanes de la dictadura. El intrépido reportero devenido en revolucionario logró organizar un ejército de hombres consientizados sobre los abusos del régimen, e incluso llegó a tener el apoyo económico de algunos ricos hacendados. Garza y sus hombres intentaron una incursión a México desde Texas, pero la empresa resultó fallida, las autoridades texanas comenzaron una cacería contra los rebeldes y el frustrado revolucionario tuvo que marchar el exilio.
Comenzó entonces el periplo americano del general, que lo llevó errante por el Caribe y Centroamérica, hasta llegar a Colombia, que hervía a fuego alto con su propia guerra civil. Garza se unió a ese movimiento revolucionario y, según algunas fuentes, también conoció en Centroamérica al poeta José Martí, otro romántico que soñaba con derrocar a los españoles en su amada Cuba y que lo invitó a unirse a su movimiento insurgente. El general mexicano fue asesinado en una batalla en Bocas del Toro, que entonces formaba parte de la conocida como la Gran Colombia, y desde entonces yacen allí sus restos. El presidente López Obrador ha mostrado durante sus mandatos gestos para reconocer la vida del general e intentar repatriarlo a territorio mexicano.
Las autoridades mexicanas han comenzado gestiones con el Gobierno de Panamá para que permita que militares de México viajen a Bocas del Toro para que inicien los trabajos de búsqueda del militar. El diario mexicano El Universal ha informado este miércoles que el Senado mexicano aprobó a petición de López Obrador que 80 militares partan hacia el país centroamericano. Según el periódico, la petición del mandatario se aprobó con 49 votos a favor y 15 en contra de legisladores opositores que han criticado esta iniciativa y han aludido a la cantidad de desaparecidos en México, más de 50.000 según organizaciones humanitarias. Estos militares participarán en los trabajos de excavación junto a personal de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación. Los uniformados zarparán de Veracruz, al sureste del país, el 19 de febrero y regresarán a México el 16 de abril. El presidente López Obrador anunció desde enero su interés por repatriar al osado Garza, de quien dijo que “es un revolucionario excepcional” que merece yacer en el suelo por cuya libertad luchó.