El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, le pidió en una llamada que se reuniera con la delegación que encabeza su asesora de seguridad, luego de que mandó a decir a la Casa Blanca que no recibiría a los funcionarios, tras la investigación de la DEA que señala que el Cártel de Sinaloa habría aportado dinero a su campaña de 2006.
“Me pidió el presidente Biden, quería hablar conmigo, hablamos por teléfono y una de las cosas que se trató es que yo reciba a la representante Elizabeth (Sherwood-Randall) que es una mujer extraordinaria, encargada de seguridad nacional, gente muy cercana a él, muy sensata, porque no los iba yo a recibir, ya hice el compromiso que sí, porque ¿cómo voy a estar ahí sentado si soy un sospechoso?”.
“Si ellos tienen sospechas de mí, ¿cómo los voy a recibir?, ¿cómo van a estar sentados con un presidente vinculado al narcotráfico? Así se los mandé a decir con la secretaría de Relaciones Exteriores a los asesores de la Casa Blanca, de manera muy amable”, señaló este martes durante su conferencia matutina.
El mandatario federal señaló a Tim Golden, autor del reportaje publicado en la agencia ProPublica, de estar vinculado con agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y con integrantes de la oposición mexicana, y de armar una “difamación” y un “golpe” en su contra.
“Pero miren lo que pasó: nada, nada, nos hacen lo que el viento a Juárez y no es grosería”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La agencia independiente ProPublica publicó que Nicolás Mollinedo, uno de los colaboradores más cercanos de López Obrador, habría estado involucrado en el acuerdo con el crimen organizado para destinar millones de dólares a la campaña presidencial de López Obrador en 2006.
Una de las principales fuentes de las autoridades estadounidenses fue Roberto López Nájera, un abogado que habría representado a Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”. De acuerdo con su testimonio, el capo lo asignó para reunirse con los funcionarios de la campaña de López Obrador.
Tiempo después le presentaron al empresario y operador político, Mauricio Soto Caballero, que encabezaba al equipo de Mollinedo, identificado como el jefe de logística de la campaña del ahora presidente de México.
El dinero habría sido entregado a Soto Caballero en tres entregas en efectivo e implicaría que en caso de que López Obrador llegara a la presidencia, este no nombrara a un fiscal que afectara sus intereses y les permitiera designar a comandantes de la policía en algunas ciudades en la frontera.