Una reciente investigación titulada “Ejército de Bots: Las operaciones militares para monitorear las críticas en redes sociales y manipular la conversación digital“, publicada por la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), ha sacado a la luz la existencia de operaciones de ciberespacio llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas mexicanas. Según la investigación, estas operaciones incluyen monitoreo de usuarios en redes sociales, creación de perfiles falsos y uso de bots para influir en la opinión pública.
El reporte detalla las operaciones del Centro de Operaciones del Ciberespacio (C.O.C.), una unidad especializada dependiente de la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional. Creado con el propósito de realizar “operaciones militares en el ciberespacio”, el C.O.C. se encarga tanto de la defensa de la infraestructura militar como de operaciones ofensivas denominadas “defensa reactiva”. Estas actividades incluyen el monitoreo de redes sociales, especialmente de usuarios que critican a las Fuerzas Armadas o al gobierno federal.
Inversión y Estructura del C.O.C.
Desde 2016, se han destinado cientos de millones de pesos para el desarrollo del C.O.C., que cuenta con alrededor de 178 efectivos militares y se divide en secciones especializadas, como Monitoreo, Seguridad de la Información y Operaciones. Este centro, ubicado en el Campo Militar 1-A, trabaja en estrecha colaboración con el Centro Militar de Inteligencia, conocido por su operación ilegal del malware Pegasus.

Monitoreo y Manipulación en Redes Sociales
La investigación señala que el C.O.C. no solo vigila a usuarios en plataformas digitales, sino que también crea perfiles falsos para adquirir información adicional sobre sus objetivos. Utilizando un software especializado, el C.O.C. opera granjas de usuarios simulados (bots) para influir en la opinión pública. Un caso destacado involucra la cuenta de Twitter @soy_militar, que fue monitoreada y eventualmente desactivada por su propio usuario tras notar intentos no autorizados de acceso.
Ese no es el único caso de monitoreo de redes sociales por parte del Centro de Operaciones del Ciberespacio. Otra tarjeta informativa, elaborada en octubre de 2021, se informa al director del C.O.C. sobre un usuario de Facebook que “realizaba señalamientos contra de personal del 65/o Btn. Inf.” (65 Batallón de Infantería). En el documento, se solicita que “se le dé seguimiento al usuario en mención, a fin de identificar y detectar oportunamente nuevas publicaciones, así como su impacto”.
Más recientemente, en mayo de 2022, un correo electrónico da cuenta de la elaboración rutinaria de fichas de usuarios de redes sociales que difunden información crítica sobre el gobierno, como es el caso de la cuenta @ryo_hermoso, que tiene más de 100 mil seguidores y hace publicaciones en contra del gobierno actual y en favor de partidos políticos de la oposición.
Uso de HIWIRE y Estrategias de Influencia
El C.O.C. utiliza el software HIWIRE, desarrollado por la empresa israelí WebintPro, para su monitoreo en redes sociales. Este sistema, adquirido a través de Scitum S.A. de C.V. (empresa del Grupo Carso), permite a los operadores identificar y vigilar a activistas e influenciadores clave, así como mapear vínculos entre usuarios y analizar el contenido de sus publicaciones.
Estas actividades de manipulación son desplegadas desde el Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional (EMCDN), incluyendo el Centro de Operaciones del Ciberespacio.
De acuerdo al Manual de Organización y Funcionamiento (M.O.F.), se establece un “Grupo de Operaciones de Influencia y Sensibilización”, que tiene como parte de sus objetivos 1) “analizar la ideología de los grupos desafectos al Ejército Mexicano, a fin realizar campañas que logren desvirtuarlas”; 2) “desvirtuar las frases que han originado daño a la imagen institucional del Ejército Mexicano”; y 3) “desvirtuar la propaganda que busca vulnerar la imagen, identidad, cohesión, existencia y permanencia del Ejército Mexicano”.
El C.O.C. realiza “operaciones de influencia”, como se detalla en un documento que refiere a la elaboración de fichas de usuarios de redes sociales críticos con el gobierno. Estas operaciones buscan desvirtuar las críticas y mejorar la imagen de las Fuerzas Armadas, empleando cuentas no oficiales para difundir mensajes persuasivos.
El monitoreo y registro de estas publicaciones parece una actividad habitual. Otros documentos muestran órdenes para elaborar fichas de “medios de comunicación y líderes de opinión”, donde se identifique si realizan señalamientos positivos o negativos acerca de las Fuerzas Armadas.
Así mismo, un documento elaborado por la S-2 de Inteligencia del E.M.C.D.N. revela que, durante el año 2020, el “Grupo de Operaciones de Influencia” operó al menos 6 “cuentas no oficiales” de la SEDENA, desde las cuales difundió 5259 “productos de persuasión” (infografías, videos, publicaciones), para influenciar la opinión pública en conversaciones relacionadas a la militarización, la exoneración del Gral. Cienfuegos, las violaciones a derechos humanos cometidas por integrantes del ejército en Nuevo Laredo, entre otros casos que suscitaron críticas a las Fuerzas Armadas.
Marco Legal y Futuras Implicaciones
Actualmente, las actividades del C.O.C. no cuentan con un sustento legal claro, lo que ha llevado a la Secretaría de la Defensa Nacional a impulsar la creación de un marco jurídico que legitime estas operaciones en el ciberespacio. La propuesta de la Ley Federal de Ciberseguridad, presentada por el diputado del Partido Verde, Javier López Casarín, busca legalizar estas actividades, incluyendo ataques informáticos y monitoreo masivo en redes sociales.
Este informe de R3D pone en evidencia las estrategias de vigilancia y manipulación empleadas por el Ejército Mexicano, suscitando serias preocupaciones sobre los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia en México.