La oficialización del nombramiento de Bertha Alcalde Luján en la dirección del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es resultado de una decisión casi salomónica del presidente Andrés Manuel López Obrador ante una pugna que llevaba varias semanas entre el grupo de amistades de sus hijos, los López Beltrán, y los generales del Ejército.
En el grupo de los herederos del presidente, especialmente en el de Andrés Manuel o “Andy”, se proponía que el relevo de Pedro Zenteno fuera Almendra Ortiz, quien llegó a ocupar la dirección de Administración y Finanzas del ISSSTE luego de su paso por la Ayudantía de la Presidencia de la República.
Por otro lado, los militares, que ahora tienen presencia en casi todos los rubros de la administración pública, también buscaban quedarse con la dirección de la institución que tiene un presupuesto anual de más de 390 mil millones de pesos, a través del grupo cercano al general Jen Pedro Lohmann, actual titular de Birmex y ahora encargado de la megafarmacia.
La disputa se desató desde principios de enero, ante la inminente salida de Pedro Zenteno para “blindarlo” con un escaño en el Congreso, luego de diversos escándalos de presunta corrupción del orden de 15 mil millones de pesos. La beneficiaria de los jaloneos resultó ser la familia Alcalde Luján.
Tanto Arturo Alcalde como Bertha Luján, padres de la nueva directora del ISSSTE y de la secretaria de Gobernación, son quizá algunos de los personajes con mayor influencia sobre López Obrador, considerados por el mandatario como incondicionales.
Bertha Alcalde, abogada por la UNAM y maestra en derecho por la Universidad de Nueva York, fue superdelegada del gobierno en Chihuahua y previamente secretaria ejecutiva adjunta del Consejo Nacional de Seguridad Pública, posición en la que administraba y repartía los apoyos estatales y municipales para programas de Protección Ciudadana.
Hasta hace poco era comisionada de Operación Sanitaria en Cofepris y fue finalista entre los candidatos para la presidencia del INE, cargo en el que finalmente se quedó Guadalupe Taddei.
También fue propuesta para ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sustitución del ahora abiertamente promotor morenista Arturo Zaldívar; en ese puesto, finalmente fue designada directamente por el jefe del Ejecutivo la ahora ministra Lenia Batres.
Entre los principales retos que deberá enfrentar la nueva directora del ISSSTE están la recaudación de las cuotas que aún adeudan las entidades federativas, es decir, un monto superior a los 80 mil millones de pesos principalmente de aportaciones para las cuentas individuales de los trabajadores. Ya existen programas de la Secretaría de Hacienda para agilizar esos cobros, aunque se planea que los recursos vayan a parar al Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Asimismo, Alcalde Luján llega con la intención de revisar los contratos de servicios integrales para la atención de los derechohabientes, un rubro en el que a Almendra Ortiz –impulsada para ese puesto por el jefe de la Ayudantía del presidente, Daniel Asaf, amigo de Andy y Bobby López Beltrán– se le acusa de haber impulsado muchos negocios.
A pesar de las críticas del presidente López Obrador contra este tipo de servicios, la tendencia en el IMSS, a cargo de Zoé Robledo, fue a impulsarlos e incrementarlos. El ISSSTE, bajo una nueva dirección, muy probablemente va a seguir el mismo camino.
Posdata 1
Hablando de Zoé Robledo y de otros funcionarios del actual gobierno que no van a ir al Senado ni a la Cámara de Diputados, y que, de ganar Claudia Sheinbaum la elección presidencial, se quedarían en el gabinete, está precisamente el director del IMSS, quien planea quedarse en el mismo puesto para “consolidar” el IMSS Bienestar y concluir la adquisición de las concesiones hospitalarias a la iniciativa privada.
Asimismo, la apuesta de Bertha Alcalde es también repetir en el ISSSTE y darle continuidad a los cambios que planea implementar en cuanto a la compra de medicamentos y servicios integrales. Otras dependencias que podrían mantenerse con sus actuales titulares son el SAT, con Antonio Martínez Dagnino, y Economía, con Raquel Buenrostro.
Y también, por sorprendente que parezca, Manuel Bartlett cabildea con el presidente López Obrador para mantenerse al frente de la CFE, contra todo pronóstico y contra la reticencia de Sheinbaum, con quien no solamente no se lleva, sino que no coinciden en prácticamente nada de lo que tiene que ver con la política energética.
Donde sí es un hecho que van a haber cambios profundos con un eventual triunfo de Sheinbaum –y más aún si gana Xóchitl Gálvez– es en Pemex, que dejará Octavio Romero con la peor administración de la que se tenga recuerdo. Para encabezar la empresa, que sin duda será la mayor “rifa del tigre de la siguiente administración”, están ya cabildeando lo mismo Lázaro Cárdenas Batel, Mario Delgado y la muy polémica y cuestionada legisladora campechana, Rocío Abreu.
Posdata 2
La división de transportes de Grupo México y Canadian Pacific Kansas City (CPKC) están preparando los estudios de factibilidad de las siete rutas de pasajeros que planteó el gobierno federal, las cuales serán entregarán a la secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, a cargo de Jorge Nuño, entre mayo y agosto.
La idea es determinar los montos de inversión, que se calculan en varias decenas de miles de millones de pesos, la estimación de los costos de ingeniería, así como las alternativas de financiamiento; en este último renglón, como hemos anticipado en este espacio, se propondrán asociaciones público-privadas, para que el gobierno corra con parte de los gastos.
Las líneas que desarrollarán estas empresas consideran trayectos que van desde Veracruz, en el sureste, hasta la frontera norte con Estados Unidos.
Ferromex, de Grupo México, operaría las rutas México-Querétaro-León-Aguascalientes; Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato; México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales; Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez. Ferrosur se quedaría el tren México-Veracruz-Coatzacoalcos y el tren Interurbano AIFA-Pachuca. Y KCSM desarrollaría el tren México-Querétaro, que quedó pendiente desde el sexenio pasado, y el de Querétaro-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo León.
Como sea, estos proyectos tendrán que aterrizarse o desecharse en el próximo gobierno.
Posdata 3
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, sostuvo que México no requiere una reforma fiscal en el corto plazo, pese a que este año se estimó un déficit fiscal de 4.9% del PIB y un 5.4% en los requerimientos financieros del sector público.
Yorio ha sido el encargado de refinanciar la deuda del país en prácticamente todo el sexenio, con los tres secretarios de Hacienda con quienes ha transitado –Carlos Urzúa, Arturo Herrera y ahora con Rogelio Ramírez de la O– y por lo tanto ha sido quien ha arrastrado el lápiz para cuadrar los paquetes económicos.
Según el economista del Tec y del Colegio de México, debido a que la razón deuda neta/PIB se mantiene abajo del 50% –en 48%–, no están en riesgo las finanzas públicas ni el perfil financiero de México, pues así más o menos recibieron la deuda del gobierno anterior, que sí la aumentó considerablemente.
Yorio será una pieza interesante el próximo sexenio si Claudia Sheinbaum logra la Presidencia, pues podría hacer una buena mancuerna con Gerardo Esquivel, quien ya forma parte del equipo de la candidata presidencial de Morena.