Nada bien cayó en el equipo de Xóchitl Gálvez que el líder panista Marko Cortés haya exhibido los acuerdos entre su partido y el PRI para repartirse cargos y organismos en Coahuila. La precandidata presidencial se deslindó públicamente de esos pactos y criticó que se repartan hasta las notarías públicas. Nos cuentan que en su cuarto de guerra preocupa que el tema ya es utilizado por Morena para atacar a la alianza opositora, por lo que doña Xóchitl ha pedido a los partidos que la postulan que, si no ayudan, no salpiquen con escándalos. Tal vez haría bien la precandidata en revisar qué acuerdos hay entre las dirigencias para la elección de este año porque, en caso de que ganara la Presidencia, sería a ella a quien le exigirían cumplir la repartición de puestos y cuotas en el gobierno federal. Con esos aliados no hacen falta enemigos.
En Morena, donde no hay corrientes, pero al parecer sigue habiendo tribus, nos cuentan que la denuncia de Sanjuana Martínez, exdirectora de Notimex, sobre presuntos moches destinados a la campaña de Claudia Sheinbaum, ha revivido viejas tensiones entre grupos. En específico, nos dicen que un sector del morenismo cercano al vocero presidencial Jesús Ramírez, apunta al exsecretario de Gobernación Adán Augusto López como posible instigador. Recuerdan que don Adán apoyó mucho a la periodista y que tras su salida de Segob resintió malos tratos a su gente por parte de su sucesora, Luisa María Alcalde, ahora señalada como una de las operadoras de la idea de desviar recursos de las liquidaciones de Notimex. Entre que buscan culpables, las corrientes que no existen se dan con todo por debajo de la mesa, eso sí, al grito de “¡U-ni-dad!”
Nos cuentan que en Movimiento Ciudadano varios aspirantes a la reelección en el Senado o a un lugar en San Lázaro están preocupados porque arrastran expedientes por violencia de género, vicaria y familiar. Nos comentan que grupos feministas buscan un encuentro con el precandidato presidencial naranja, Jorge Álvarez Máynez, para exponerle casos como el del senador Noé Castañón. Además, el INE tiene la lupa sobre MC, porque lleva dos años sin cumplir con implementar protocolos para atender la violencia de género. Pese a reiterados llamados, ha entregado adecuaciones incompletas.
Nos cuentan que, durante un foro realizado en la Universidad Iberoamericana para discutir el plan de Claudia Sheinbaum para una reforma judicial, en varias ocasiones Ernestina Godoy, quien no consiguió la ratificación del Congreso capitalino para un nuevo periodo como fiscal de la ciudad, habló como si aún estuviera en el cargo, delineó planes a futuro de la fiscalía y respondió preguntas como si todavía fuera funcionaria. Nos dicen que es evidente que su discurso fue elaborado antes de dejar el cargo. ¿Será que doña Ernestina siente que estando al frente Ulises Lara, y dentro de la Fiscalía todo el que fue su equipo de trabajo, ella en realidad no se va?