Nuevo anuncio, viejas —muy viejas—intenciones. López Obrador dijo que propondrá que la consulta de revocación de mandato —definida en la Constitución— solo requiera al 30%, en lugar del 40%, del padrón electoral para que sea VINCULANTE.
Para empezar, el mismo número —30%— debería de indicar que a la ciudadanía NO le interesaría/NO querría quitar al Ejecutivo en cuestión. En otras palabras, ¡¿quitar a un presidente porque —solo— un 30% de los electores eso quieren?! De locos.
Pero hay más, mucho más detrás de su pretendida reforma. Lo analizaré más adelante.
Antes, comentarles que, de igual forma, AMLO dijo que pedirá se elimine la figura de fuero al presidente… ¡Lo que es no saber leer la Constitución! En el artículo 111 de la misma se explica cómo funciona el que un servidor público sea juzgado por el Senado. Claro, como él no se siente “servidor”, por eso no entiende que también aplica para el presidente de la República…
Ahora bien, lo más importante y de interés: con este nuevo anuncio de viejas intenciones, López Obrador logra dos cosas.
A) Fines políticos/proselitismo electoral; hacerse pasar por un gobernante que busca quitar los privilegios al poder político (lo que raya en lo cínico, y ya no solo en lo demagógico, cuando sus hijos se han convertido en multimillonarios al amparo del poder que él detenta como presidente).
Y lo mismo con la propuesta de que la revocación de mandato solo requiera la votación del 30% del padrón electoral. Lo único que se logrará es que, durante los tres primeros años, la presidente (será mujer) ¡¡¡tenga que estar en una constante campaña electoral en lugar de gobernar!!!
Lo que me lleva a lo segundo:
B) AMLO pone un grillete más sobre quien quede como presidenta.
La razón de lo que digo es la siguiente: dadas las cuentas de quienes pueden votar y el número de votantes fieles a López Obrador es muy probable que, en una revocación, no se logre que el 40% del padrón salga a votar, pero sí un 30%, y esto es UNA CONSTANTE AMENAZA SOBRE LA FUTURA PRESIDENTA.
Si yo fuera Claudia o Xóchitl, estaría muy preocupada.
Lo que López Obrador busca asegurar es que se acate su “santa” voluntad aunque esté en su rancho o más lejos incluso.
O lo que es peor, que ese grillete, cadena o atadura sobre la presidenta sea una menos para poner de Ejecutivo federal —vía el Senado— a Marcelo Ebrard (no olvidemos que él ya amarró una senaduría) o a él mismo (¿sufragio no muy efectivo y sí reelección, aunque sea no inmediata?)
¿Inverosímil? Ni tanto. López Obrador no sabe perder y hará todo por mantener el control, así sea por interpósita persona. López Obrador no sabe ceder el poder. Y, como no sabe, se asegura de no perder.
Muestra de ello son las limitantes que ya le ha impuesto a su sucesora (sea Claudia o Xóchitl). Las de facto son: mínima posibilidad de endeudamiento, zonas y actividades estratégicas en poder de los militares. Mientras que las de jure son tipo la nueva de la revocación de mandato…
¡Menuda tarea para Claudia! (no que la de Xóchitl sea menos ardua; simplemente son de naturaleza distinta). Sheinbaum no solo debe asegurar el voto que la 4t se ha dedicado comprarle, sino que encima debe asegurar la unidad de Morena. De pronto, mantener esa unidad se volvió de vida o muerte para ella; la división asegura una consulta de revocación de mandato y esta garantizaría la removerían. Más de un morenista estará tentado a derrocarla, empezando por Ebrard y el mismísimo presidente.
Poco o nada le importa a López Obrador la incertidumbre política que logra/lograría con su propuesta. Para él significa una forma más para inmovilizar cualquier propuesta de la próxima presidenta.
Con cada nueva limitante por él pensada rubrica el que Claudia Sheinbaum siempre ha sido su plan “B”, no su opción “A”.
Claudia y Xóchitl, ¿ya vislumbraron el nuevo grillete de AMLO?.
Giros de la Perinola
1.- “Para tener democracia necesitamos ciudadanos que crean en la democracia, no seguidores de culto fanático y retrógradas”: Ernesto Zedillo.
Lo dije desde entonces: con la reforma electoral del 96-97, que el ex presidente impulsó, además de —o incluso más importante que— ampliar el padrón electoral y credencializar masivamente, era el inculcar/dar cursos intensivos de civismo/derechos y obligaciones cívico-electorales a la gente.
2.- Algo está muy podrido en nuestro país cuando los niños de Guerrero, en lugar de jugar lo propio de su edad, deben empuñar armas para defender a sus hogares. Para que una pequeña niña herida de bala haya sido agredida de esa forma y encima tenga que pedir auxilio en plena autopista.
¿A qué voy? A que muchos, millones de menores en México ya no tienen espacio para el juego, pero el presidente de la Nación se da el lujo de ir a “jugar” beis con Arozamena.